Recuperar dignidad

En este sexenio, a pesar de que a las mujeres no nos ha ido bien, esta sentencia es un enorme avance, aunque a muchas y muchos no les parezca.GIRE es ejemplo de la capacidad de las organizaciones civiles para modificar condiciones de injusticia e inequidad.

Por increíble que parezca, la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un paso innegablemente trascendente al reconocer a las mujeres como personas dotadas de capacidades para diseñar y decidir sobre sus vidas. Increíble que sea hasta este 2023 que tantas sorpresas ha dado a las mexicanas; increíble que se reconozca que desde siempre, las mujeres, a pesar de los pesares, riesgos, amenazas y castigos, han decidido sobre sus vidas; increíble que después de haber avanzado en recuperar derechos, hasta ahora se despenalice el aborto; en una República proclamada como laica desde hace más de dos siglos; en un país que elevó a rango constitucional la igualdad y el derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de hijas, hijos; en una nación que está por votar para que una mujer sea presidenta.

Ni duda de que la presencia de mujeres en cargos de toma de decisiones ha sido benéfica para las mexicanas, aunque muchas ni entiendan ni se asuman feministas, pero la presencia de ellas hace grandes diferencias. Que la ministra Piña sea una mujer capaz y comprometida no sería suficiente para dar un paso de este tamaño. Ha sido la fuerza de muchas organizaciones, por muchos años, con mucha inteligencia y con perseverancia la que ha incidido no sólo en la Corte, sino además en la conciencia de muchas y muchos.

Falta camino por andar, pero ya se ve la luz al final del túnel. Tendremos que esperar al cambio de gobierno y nada garantiza que, entonces, se haga una campaña para informar, que en varios estados se modifiquen leyes que aún penalizan a las mujeres y que los servicios de salud se conformen, según esta nueva normativa. Se dice en unos cuantos renglones, pero implican presupuestos, movilizaciones, capacitación y muchas otras acciones necesarias para hacer realidad que las mujeres como los hombres tengamos el derecho a decidir sobre nuestras vidas.

Como sabemos y se ha repetido hasta el cansancio, esto no legaliza el aborto, ni obliga a ninguna mujer a optar por él. Sólo que ya no castiga a quien recurra a ésta, casi siempre muy dolorosa medida, cuando las circunstancias personales no coinciden con rumbos determinados por la biología. Proteger constitucionalmente la vida no implica que se tiene que criminalizar el aborto.

Dejará de existir el indignante rubro en las estadísticas de salud: muertes por abortos mal practicados, o al menos, estos disminuirán de manera significativa, y también, desaparecerá el muy turbio negocio que promovía practicarlos de manera clandestina por la penalización.

Quienes se favorecen con esta medida son las mujeres pobres, y las adolescentes y las niñas que, por ser víctimas de un delito, han quedado embarazadas. Por ello, se está modificando también una de las condiciones estructurales que producen pobreza femenina. Es una medida que abona a la igualdad en cuanto al derecho a decidir, pero también, a la igualdad entre las propias mujeres. Es, por todo lo anterior, una excelente medida de salud pública.

En este sexenio, a pesar de que a las mujeres no nos ha ido bien, esta sentencia es un enorme avance, aunque a muchas y muchos no les parezca. GIRE es ejemplo de la capacidad de las organizaciones civiles para modificar condiciones de injusticia e inequidad. Especializadas en salud reproductiva, rápidamente se convirtieron en expertas en acompañamiento, y en grandes estrategas para litigar con resultados positivos. Admirables por su convicción, su compromiso y su estrategia inteligente. Decir GIRE es decir Marta Lamas, con quien las mexicanas estamos en deuda y agradecidas.

Iniciamos así, una nueva etapa en las relaciones entre mujeres y hombres, con un nuevo piso de igualdad de derechos. Esperemos que la autonomía de las mexicanas siga fortaleciéndose y para ello, el Sistema Nacional de Cuidados es urgencia ineludible.

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