La opinión sin blindaje

Esta administración llegó con la esperanza de cambio para muchas esferas.“Me salvó el blindaje de la camioneta”, escribió el periodista Ciro Gómez Leyva en su cuenta de Twitter, después de relatar el ataque que sufrió el día de ayer cerca de su casa, donde ...

  • Esta administración llegó con la esperanza de cambio para muchas esferas.

“Me salvó el blindaje de la camioneta”, escribió el periodista Ciro Gómez Leyva en su cuenta de Twitter, después de relatar el ataque que sufrió el día de ayer cerca de su casa, donde dos sujetos en motocicleta dispararon, al parecer, con intención de matarlo.

Lejos de parecer un hecho aislado, este lamentable suceso se suma al año más violento para los periodistas en la historia del país en donde hasta noviembre 2022 se han registrado 17 periodistas asesinados y en donde la administración del Presidente en turno ha sido fuertemente cuestionada por no emprender acciones concretas que puedan frenar la espiral de violencia a los que ejercen esta profesión.

Desafortunadamente, han sido tan alarmantes que, incluso, han resonado fuera del país, la organización internacional, Reporteros Sin Fronteras ha dado puntual seguimiento a la situación de violencia contra los periodistas en el territorio nacional, situando ya en 2022, por cuarto año consecutivo, a México como el país más peligroso y más mortífero para los periodistas.

Varias personalidades del medio han levantado la voz una vez más para cuestionar, no solamente la falta de una estrategia que tenga como objetivo proteger a los periodistas, sino la impunidad de los casos existentes y, sobre todo, los diversos comentarios vertidos en las conferencias mañaneras por el actual Presidente, mencionando apenas el pasado 14 de diciembre que “si nada más escucha uno a Ciro, o a Loret de Mola o a Sarmiento, es hasta dañino para la salud, si los escucha uno mucho le puede salir a uno un tumor en el cerebro” (sic), y, en 2019 “si ustedes se pasan, ya saben lo que sucede, pero no soy yo, es con la gente”.

Si bien es cierto que el problema no es nuevo, esta administración llegó con la esperanza de cambio para muchas esferas, lamentablemente, la periodística sigue en espera de un sentido de seguridad o, sin ir tan lejos, de justicia ante los hechos suscitados y los atentados recurrentes; al menos, de reconocimiento, pues, de no tratarse de alguien de renombre como este jueves, poco se habla en las conferencias matutinas al respecto.

Tristemente tiene que tratarse de un caso de alta visibilidad, para ser el parteaguas para reconocer la violencia sistémica y la impunidad del ayer y hoy, ésa sin responsables, y verdaderamente presionar para que las autoridades protejan ya no solamente el ejercicio del periodismo, sino el de la democracia.

Ante el plan B y lo que muchos suponen que esto representa para el país, sin duda la violencia contra periodistas y el gran riesgo que representa ejercer esta profesión en México, es otra de las aristas por las que se debe observar y poner manos a la obra para salvaguardar la democracia.

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