La evolución posible
Las reglas han quedado claras y deberán cumplirse, con el fin de evitar que se sesgue la opinión pública en beneficio de alguno de los aspirantes. En caso de que así no sea, se corre el riesgo de que haya rompimiento interno. El acuerdo busca garantizar que no se utilicen recursos públicos ni cargadas en beneficio de alguno de los aspirantes.
El domingo pasado, Morena celebró su Consejo Nacional y marcó su ruta hacia las elecciones presidenciales de 2024. El Consejo Nacional del partido decidió que, con el objetivo de evitar divisiones y preservar la unidad, se realizarán cinco encuestas a través de las cuales se elegirá el candidato o candidata. El citado acuerdo señala que la y los aspirantes realizarán recorridos a lo largo y ancho del país entre el 19 de junio y el 27 de agosto. Mediante el método de encuesta simulada, del 28 de agosto al 3 de septiembre se realizará el citado sondeo y los resultados de dicho ejercicio se presentarán el 6 de septiembre.
El Consejo morenista fue contundente al exigir que gobernadores, miembros del gabinete, presidentes municipales, así como sus colaboradores de primer nivel, coordinadores de las bancadas en los congresos federal y estatales, junto con las personas con cargo de dirigencia nacional o local del partido y los integrantes de las comisiones de elecciones y encuestas deberán abstenerse de involucrarse de forma alguna en el proceso o manifestarse a favor de algún participante.
Las reglas han quedado claras y deberán cumplirse, con el fin de evitar que se sesgue la opinión pública en beneficio de alguno de los aspirantes. En caso de que así no sea, se corre el riesgo de que haya rompimiento interno.
El acuerdo busca garantizar que no se utilicen recursos públicos ni cargadas en beneficio de alguno de los aspirantes. Esto debido a que a lo largo de todo el año previo se cometieron graves excesos en beneficio de algunos políticos. Tan sólo recordar como ejemplo el evento realizado a inicios de junio en Puebla, donde, junto con el gobernador de la entidad, unas 40 mil personas recibieron a la aún jefa de Gobierno. Para muchos, a lo largo de muchos meses no hubo “#PisoParejo”. No es casualidad que ésa fuera la consigna con la que Claudia Sheinbaum fue recibida al entrar al Consejo el domingo pasado.
Durante los siguientes dos meses no sólo la selección de candidato o la unidad del partido, sino que también la propia evolución de Morena estará en juego. Dependerá de que se apliquen a cabalidad las normas definidas. Se tendrá que garantizar que sí existe “piso parejo”. Si no se cumplen y hay quienes desde el poder pretendan beneficiar a alguno de los participantes, no sólo pondrán en riesgo el proceso en su conjunto, sino que evidenciarán que dicho partido ha caído en las mismas prácticas de sus antecesores.
El reto de Morena hoy es evitar que aquellos que se han “acomodado” alrededor de los cargos y los puestos de poder pretendan incidir en beneficio de alguien en particular. Aquel aspirante o aquella aspirante que base su activismo en los estados a partir del apoyo velado de las autoridades no sólo atentará contra las reglas establecidas, sino que estará violentando la esencia misma de lo que Morena ha reiterado que pretende ser: un espacio político de la sociedad, no sólo de unos cuantos. Quien quiera luchar por la candidatura apoyado “desde el poder” representa una nueva “nomenklatura”, un nuevo grupo de “privilegiados y favoritos”.
Lo que muchos no entienden es que la competencia interna representa la verdadera oportunidad de que Morena sea algo diferente a lo que hemos tenido en política. Hoy lo que debe evitarse es que no se vuelvan a crear “castas políticas sagradas”, que no se repita la dinámica distorsionada de utilizar recursos del Estado en beneficio personal, en favor de una nueva “comentocracia” o de nuevos empresarios “favorecidos por el poder”. Por estas razones es tan poderoso el grito de “piso parejo”, porque no debe impulsarse “desde el poder” a nadie. En ello estriba la verdadera competencia de los siguientes dos meses.
Quien logre enlazar su discurso con el de las organizaciones y las articulaciones sociales de base no sólo será quien gane en la encuesta, sino que será quien logre la verdadera evolución de Morena. Quien así lo haga será quien verdaderamente se habrá corrido más a la izquierda, ahí donde está el pueblo, como lo ha pedido AMLO. Aquel que evidencie que no son los nuevos “privilegiados” o “favoritos” los que deciden, sino la nueva articulación de la base social que representa la #SociedadHorizontal será quien encabece la siguiente etapa de lo que han llamado la Cuarta Transformación.
