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Quiere Brugada brincar al gabinete

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

En tierras iztapalapenses se corre el chisme de que la alcaldesa Clara Marina Brugada busca dar el salto a una posición en el gobierno de Claudia Sheinbaum, a fin de no rezagarse en la lucha por la candidatura a la Jefatura de Gobierno en 2024.

Ante lo anticipado de la carrera sucesoria, propiciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las fichas en la capital también empezaron a moverse y a Clara Marina le urge ser más visible en el tablero político local.

La alcaldesa está en su tercer periodo al frente de la demarcación más grande de la CDMX, misma que gobernó por el PRD de 2009 a 2012, luego de que el famoso Rafael Acosta, Juanito, fue obligado a dejarle su lugar, tras haber obtenido el triunfo para jefe delegacional.

En 2018, Clara Marina ganó la alcaldía y este año se reeligió, pero la funcionaria ha dejado claro que aspira a suceder en el cargo a Sheinbaum, por lo que necesita de una plataforma política que le permita placearse por la ciudad.

Al interior de su equipo cuentan que Brugada ve con preocupación que la carrera en la capital ya arrancó y no quiere quedarse atrás, pero desde su posición como alcaldesa tiene muchas limitaciones.

Si bien es cierto que en Iztapalapa todo el mundo la conoce y su nivel de aceptación es bueno, en el resto de la ciudad su imagen no es la mejor y, según sondeos, es de las menos conocidas entre los capitalinos.

En el arrancadero de Morena, hasta el momento, se perfilan el secretario de Gobierno, Martí Batres, y más recientemente el titular de Seguridad Ciudadana, Omar Hamid García Harfuch, a los que se les une Rosa Icela Rodríguez, titular federal de Seguridad Pública.

A estos nombres quiere sumarse Brugada, para dejar la baraja en dos hombres y dos mujeres, pero por ahora está limitada para traspasar las fronteras de Iztapalapa, lo que no ocurre con Batres y García Harfuch, que, por su propia actividad, pueden moverse libremente.

En el caso de Rosa Icela —muy cercana a López Obrador— no hace falta que haga campaña en la ciudad, toda vez que, además de ser conocida, tuvo oportunidad de hacer varios amarres políticos cuando se desempeñó como primera secretaria de Gobierno de Claudia.

Los suspirantes por la CDMX tuvieron que acelerar su arrancada luego de que el Presidente abrió muy rápido el juego para su propia sucesión, lo cual obligó a Sheinbaum a subirse en el carrusel moreno, al lado del senador Ricardo Monreal y del canciller Marcelo Ebrard.

La necesidad de darse a conocer al interior del país, donde para mucha gente su nombre no significa nada aún, ha propiciado algunos vacíos en su gobierno, y quienes aspiran a sucederla ya los empiezan a llenar.

Por lo pronto, hay tres nombres; si Clara Marina se mueve pronto, es señal de que su jugada va en serio.

 

CENTAVITOS

Con la cara de what? andan en todos los partidos —incluso en los de la alianza opositora que la apoyó—, luego de que la alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, anda como chivo en cristalería desde que llegó al cargo. En menos de dos meses ya se peleó con todos, cambió dos veces a más de medio gabinete y el viernes pasado regañó a los diputados locales, quienes le pidieron su propuesta de presupuesto para 2022. En lugar de darles un resumen ejecutivo, como lo hicieron los restantes alcaldes, Sandra les dijo que si querían saber, hubieran leído los documentos que les envió con antelación. ¿Tendrá claro Sandra quién es la que saldrá perdiendo echándose de enemigos a todos? Bueno sería saber a qué le tira.

 

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