La metida de pata de Martí

• El pronóstico de Batres era que la sangre no llegaría al río, aunque los maestros ya habían tomado el Zócalo.

Apenas arrancaba el año cuando Martí Batres anunció su programa de 25 puntos que —según él— sería la columna vertebral para hacer resurgir el ISSSTE, institución donde los trabajadores del Estado atienden su salud.

De sus 25 ideas, presentadas en La Mañanera del Pueblo del 14 de enero, la mayoría eran ocurrencias o solamente buenos deseos, pues hablaba de supuestos beneficios para los burócratas, pero sin explicar cómo lo haría.

Ese día, Martí se guardó para el final su anuncio estelar. Cerró su discurso ante Claudia Sheinbaum con la propuesta de una reforma a la Ley del ISSSTE, a fin de que los trabajadores que ganaran más, aportaran un 2% extra de sus ingresos para cuotas.

La idea le pareció tan buena que convenció a la Presidenta para que la defendiera durante sus conferencias, con todo y que no era bien vista por los trabajadores, en especial por los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

A pesar de la inconformidad inicial, en el gobierno federal tenían confianza en que la CNTE permanecería dócil, tal como lo hiciera en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, pero el tema se empezó a salir de control.

El pronóstico de Batres era que la sangre no llegaría al río, aunque los maestros ya habían tomado la explanada del Zócalo, donde acamparon frente a Palacio Nacional y, desde ahí, diseñaron una estrategia para desestabilizar la capital.

Ante ello, Sheinbaum tuvo que recibir a una comisión magisterial que le dejó en claro que no cederían hasta que retirara su propuesta de reforma; la mandataria fue obligada a recular, reconociendo que la iniciativa anunciada por Martí tenía serias deficiencias.

En el gobierno daban por hecho que con eso acabarían las protestas… como si no conocieran a los maestros. Aprovechando el vuelo, la CNTE exigió que de una vez se derogara también la reforma a la Ley del ISSSTE de 2007, referente a sus pensiones.

Antes de la propuesta de Batres, el tema del ISSSTE estaba en calma; hoy los trabajadores exigen incluso la derogación de una ley que se promulgó cuando la 4T ni siquiera existía, durante la administración del panista Felipe Calderón.

Como los maestros vieron que el gobierno se dobló a la primera, hoy están intentando a ver qué más le sacan. Seguramente de ahí no pasarán, pues es imposible que las pensiones de los empleados del ISSSTE sean financiadas por el resto de los mexicanos, como pretenden.

Pero lo malo para el gobierno es que volvió a mostrar que no tiene el control, contrario a lo que ocurría el sexenio anterior, y eso no abona a la fortaleza que necesita Sheinbaum, quien incluso se vio obligada a llamar a un mitin para sentirse fuerte ante Estados Unidos.

Y la culpa no es del indio, sino de quien lo hace compadre, pues Martí ha demostrado que lo suyo, lo suyo, es ser grillo, porque las veces que ha sido funcionario su desempeño fue más gris que el pelambre de un roedor.

• CENTAVITOS

Hay morenistas que no pueden dejar atrás sus orígenes ni cuando llegan al poder. Al menos eso dicen en Iztapalapa, donde vecinos de la demarcación bloquearon avenidas para denunciar que funcionarios del equipo de Aleida Alavez encabezaron la invasión de un predio en la colonia Santa Barbara de esa alcaldía, en el que buscan aplicar la clásica de invadir, construir departamentos y después venderlos a gente que, aunque no sea de ahí, sirve para las presiones políticas. Caray, ahora que son gobierno no dejan su chip de invasores.