Nada nuevo en la postura de la Fed

- Los mercados, esperanzados en una acción de relajamiento monetario, presionan subiendo.

En seguimiento a lo que escribí en la Consejería de ayer, el presidente de la Fed en su comparecencia frente al Congreso de su país no hizo mucho más de lo que ya hemos visto: no se pronuncia explícitamente sobre un posible nuevo estímulo monetario, pero no lo descarta.

Además, admite su posición pesimista o en todo caso de desencanto sobre la pobre dinámica del empleo en Estados Unidos.

Como señalé, no veo porque la Fed va a usar foros que no les son propios para anunciar decisiones trascendentes, porque no cabe duda que si llegan a tomar una siguiente decisión de hacer más laxa a la política monetaria, tendría que ser algo que realmente fuera de tal magnitud que generara un cambio importante en la trayectoria de la economía de Estados Unidos.

Desde luego que entiendo que en ello hay muchos riesgos, en el más amplio sentido del término, empezando porque no es lo mismo partir de cero, que usar este recurso (la expansión de la base monetaria) por tercera ocasión. Quizá ese es el mensaje que Mr. Bernanke desea mandar cuando en el mismo evento señala que todos los recursos que posee el banco central estadunidense están en la mesa para usarse cuando sea necesario, pero que la evolución del empleo es decepcionante.

A lo que me refiero es que habiéndose ya usado dos veces estas herramientas, los resultados son pobres o al menos no los que se esperaban, cosa que seguramente es uno de los temas que hacen dudar a la Fed cuando se enfrenta a la decisión de poner en marcha un QE III.

Suponga usted, amigo lector, que deciden ir adelante con un QE III y después de algunos meses el nivel de la economía estadunidense es el mismo que conocemos hasta ahora o peor –en este tipo de mecánicas no se puede asegurar un éxito– y con ello erosionan su arsenal de recursos y además golpean la credibilidad que hoy tienen como banco central. Existe claro, la otra cara de la moneda, es decir, que la economía estadunidense empiece a mostrar signos constantes de mejoría, lo que eventualmente puede ocurrir. Pero ese es el tipo de riesgo que un banco central, en este caso la Fed, tiene que asumir cuando se encuentra en encrucijadas como la actual en donde además de los resultados en la economía, lo que se pone en juego es su credibilidad, que al final del camino es su principal activo.

Por lo pronto, los mercados no pierden el tiempo y vuelven a mostrar su ímpetu comprador (que es su forma de presionar a la Fed; parecen decir: “…mira qué bien estamos, no vayas a estropear todo negándote a estimular a la economía”), en parte por la esperanza que la Fed actúe pronto, pero también porque los resultados que hemos visto en los primeros días de reportes, si bien no son extraordinarios, en general han mostrado buenas cosas, en muchos casos siendo mejor a lo que se esperaba, dadas las circunstancias.

Y claro, porque Europa se ha mantenido en calma, si bien los mercados no quitan la presión sobre los títulos de deuda españoles que han sido el foco de atención desde hace semanas y mantienen el rendimiento del bono de diez años digamos que de 6.5% para arriba; de hecho ayer el rendimiento estuvo en algo más de 6.7%.

Técnicamente el IPC está cada vez más cerca de sus líneas de retorno. Hablo en plural, pues trabajo con varias líneas de tendencia, a las que corresponden otras tantas líneas de retorno y que entre ambas (las tendencias y sus respectivos retornos) contienen a la mayor parte del movimiento que se esté analizando, tanto en su dirección como en su duración.

El análisis técnico y todos los indicadores que cada quien usa son objeto de interpretación y las conclusiones no son en manera alguna una sentencia grabada en piedra, pero sí dan señales y ayudan a pensar sobre lo que ocurre.

Y ahora, respetando la trayectoria de alza que vemos desde hace mes y medio, las acciones y el propio IPC, en consecuencia, empiezan a entrar o ya se encuentran en eso que llamamos zonas de “sobrecompra”, lo que sugiere que si bien no necesariamente hay que vender, resulta prudente considerar esta opción y además, ya no comprar, al menos no al mismo ritmo.

Yo he tratado de operar lo más rápido que puedo en los montos que usted sabe tengo destinado a ello, para no dejar ir las oportunidades de corto plazo. Espero que usted haya tenido oportunidad de participar en estas opciones. Suerte.

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