No veo motivos importantes para permanecer en el mercado

Los resultados trimestrales no ofrecen grandes avances.

En la Consejería del lunes pasado escribí que los mercados presionaban a la Fed en busca de un mayor estímulo monetario y que éste, en principio beneficiaría a los mercados más que a la economía lo que despertaba en mí la idea de no contar con ello como elemento decisivo, pues asumí en esa Consejería que la Fed no estaba para “corretear” a los mercados, sino para hacer decisiones que contribuyeran a un mejor desempeño de la economía estadunidense.

Esta idea la hago extensiva a la función que pienso tienen los bancos centrales.

Después de observar los dos primeros días de operación de esta semana y ya empezada la temporada de reportes del segundo trimestre, la impresión que tengo es que los mercados van a presionar a la Fed, apoyándose en principio en la idea que los resultados que se verán no serán de lo mejor.

Es más, creo que en el mejor de los casos serán mediocres, por decir lo menos, de tal modo que los mercados tienen un buen pretexto para presionar a la baja.

En la Consejería del lunes pasado, también escribí que si los mercados actuarían por las evidencias que tenían enfrente, la decisión correcta: vender.

Y como no me gusta responsabilizar a otros de las posturas que asumo, pues en este caso los mercados pueden hacer lo que les venga en gana, pero en mi caso y asumiendo que opero de corto plazo, como usted sabe, amigo lector, prefiero vender y reducir mis posiciones al mínimo necesario para no dejar de aprovechar las situaciones que en estas condiciones pueden presentarse.

En mercados difíciles y con poco sustento fundamental, siempre aparecen algunas oportunidades muy rentables. En los mercados, no todos los gatos son pardos, aunque sea de noche, en oposición del dicho popular que conocemos.

Algunos resultados corporativos serán mejores que lo esperado o eventualmente alguna decisión global puede ser hecha y despertar una expectativa positiva. Pero nada más. Por eso asumo el riesgo de bajar la posición al mínimo necesario, en este caso para aprovechar un mejor nivel de precio para posibilidades mejores de plazos largos o para los movimientos alcistas que siempre ocurren en las trayectorias a la baja.

Técnicamente, a los mercados que sigo los veo con poco espacio para un alza importante y después del alza de junio, creo que ofrecen opciones de utilidades interesantes, de tal suerte que si se carece de incentivos para permanecer invertido y más aún, para incrementar la posición de riesgo, pues la consecuencia, es mejor esperar un mejor momento, que al fin y al cabo se traduce en un precio más bajo.

Así como tomo riesgos incluso yendo en contra “del flujo de la jugada” (algo como le que propuse e hice semanas atrás cuando teníamos la situación griega que me motivó a escribir y a actuar en el “área bajo la curva”), hoy no encuentro una situación que me motive a ello; prefiero que los mercados suban, pero sé también de sus movimientos bajistas, de lo que puedo sacar ventaja, o por lo menos, evitarlos.

En general uno opera con base en un objetivo. Un benchmark, dicen muchos —yo también uso el término— para que suene así como muy técnico y profesional. El riesgo es salirse del mercado cuando éste “pinta” para bajar y ocurre lo contrario, es decir, que el mercado suba. Entonces me quedaré por debajo del objetivo y ganaré muy poco o nada. Y viceversa.

Hay ocasiones en que es oportuno ir en contra de la trayectoria, limitando el riesgo a través del monto, y las habrá cuando sea oportuno exceder esos límites que la prudencia indica; son casos excepcionales.

Pero creo que no estamos en uno de ésos y yo puedo estar muy loco, pero no como jabón. Así que mientras “Merkatum” (el ser que protege a los que operamos en los mercados) no diga otra cosa y muy a mi disgusto, pues prefiero tomarme con calma las cosas y no operar en contra de lo que las “señales” técnicas muestran o en todo caso, como yo las interpreto; habrá quien “lea” otras cosas, lo que me parece respetable y le deseo lo mejor.

Asimismo, empieza el verano, que suele ser una temporada floja en los mercados. Y como yo no opero en el largo plazo indefinido, pues por el momento, me refugio en el corto plazo visible; el que me proporcionan mis recursos técnicos. Suerte.

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