La inflación nos hace voltear a verle

- El dato de junio rebasó los límites esperados por todos; creo.

El dato del mes de junio pasado de la inflación al consumidor, creo que nos hizo voltear a todos para verlo. Resultó en 0.46%, más alto que el límite superior que registró la encuesta de Banxico (0.43%) y mayor al promedio de las estimaciones de dicha encuesta (0.34%).

Mi estimación fue 0.35%, así que digamos, estuve lejos del dato real, más allá de lo que en promedio haya resultado. La inflación de los últimos 12 meses llegó a 4.34% nivel que nos devuelve al que teníamos en 2010, cosa que nunca es buena idea.

Hace algunos meses cuando en el mercado empezó a comentarse la idea de la posibilidad que Banxico bajara su tasa de referencia, en este espacio argumenté por qué pensaba yo que no era el mejor momento para llevar a cabo tal movimiento.

Algunas de las razones estaban alrededor del tipo de cambio y de las expectativas de mediano y largo plazos que existían para la inflación, que si bien habían venido siendo bastante estables en el tiempo, se encontraban por arriba de la tasa objetivo de inflación: 3%.

Las expectativas no se alinearán a tal objetivo, bajar la tasa de referencia podría enviar una señal de conformidad con los niveles estimados, lo que me parecía –y me sigue pareciendo– podía interpretarse que la tasa objetivo expresada como se acostumbra: 3%, +/-1%, señalaba al intervalo del +/-1% era una zona de confort y no un intervalo de variabilidad, como realmente lo es. Banxico, por razones que ha explicado, decidió no mover la tasa de referencia de 4.5% en que se encuentra desde hace tres años, justamente (julio de 2009), en los últimos meses, específicamente desde marzo–abril pasados, cuando la idea comenzó a esparcirse en los mercados.

Afortunadamente, pienso, pues después de entonces el tipo de cambio empezó a registrar presiones alcistas relacionadas con los movimientos de flujos internacionales que buscaron refugio ante los desórdenes que se venían en Europa en ese entonces y ahora, unos meses después la inflación reaparece en los niveles que hemos conocido ayer.

Y en este punto retomo la idea que escribí en días recientes sobre si la Fed debía o no instrumentar un nuevo programa de relajación monetaria, sólo a partir de la presión de los mercados.

Y como usted sabe, amigo lector, mi opinión es que no, aunque eso haría que mis resultados de inversión financiera, especialmente en acciones, mejoraran mucho y rápido, a lo que no me opongo, pero suelo compartir con usted lo que pienso y actuar en consecuencia, más allá de lo que ocurra.

En el caso de Banxico, la situación es la misma, creía y creo que no debe hacer movimientos por presiones  del mercado, solamente.

Ignoro si los niveles de inflación se mantendrán en los niveles de los ahora mostrados. Mi expectativa es que no. De hecho mi estimación promedio para lo que falta del año (antes del dato de ayer) es de 0.42% mensual, que me lleva a un 3.4% de inflación en 2012, lo que obviamente me pone en el lado de los optimistas, sobre todo considerando que en los años recientes la parte importante de la inflación anual se genera en la segunda mitad del año, de tal modo que me veo obligado a revisar mis estimaciones con mayor detenimiento de lo que lo hago habitualmente, pues se ha presentado una desviación mayor a lo esperado.

Alguien podrá decir que esto es irrepetible y que en julio las cosas volverán al tono que tenían antes de junio.

Puede que sí, pero yo acostumbro tomar riesgos sobre mis expectativas, no sobre esperanzas. Tiene que ver con lo que escribí hace unos días sobre el manejo de riesgos.

Sé que no conozco el futuro y eso es lo que hace riesgosa mi actividad y la de cualquiera, pero cuando se genera un cambio inesperado, uno no puede permanecer sentado en la misma posición que estaba antes del suceso en cuestión. Y si las cosas de lo global se encuentran sobre arenas movedizas, menos aún.

Como tradicionalmente ocurre, ayer inició la temporada de reportes trimestrales en Estados Unidos, con Alcoa, la empresa productora de aluminio, después del cierre de los mercados. El resultado es apenas bueno, si se considera a la utilidad por acción que superó a lo esperado (0.06 dólares contra 0.05 dólares esperados).

Yo diría que hay que hacer un esfuerzo para admitir que es un buen resultado. Pregunte a la institución donde maneja su cuenta, para saber su opinión. Pero al final, el mercado dirá, sobre todo si consideramos que faltan todas las demás. Suerte.

Temas: