El INAH y un adefesio en el Zócalo
En forma creciente, Frida Kahlo sigue produciendo después de muerta.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se propone construir la Casa de Tlaltecuhtli, un edificio de acero “totalmente reversible” (¡?) en la esquina donde estuvo la Casa de las Ajaracas, exactamente el mismo lugar en el que hace unos meses se pretendía levantar un edificio con fachada de cristal, con total desprecio por la unidad arquitectónica de la zona. Ya en el sexenio pasado el mismo INAH construyó en Churubusco el nuevo edificio de la Escuela Nacional de Conservación y Restauración, una mole de acero, vidrio y ladrillo que nada tiene qué ver con la arquitectura de la zona y mucho menos con el ex convento y templo coloniales situados enfrente del horrendo inmueble. Es vergonzoso que cualquier dependencia gubernamental atente contra los valores urbanísticos, por diluidos que puedan estar. Lo imperdonable es que el INAH, autoridad máxima en lo referente al patrimonio histórico, sea el que atente contra los bienes puestos por ley a su cuidado. En lo que se refiere a la Casa de Tlaltecuhtli, los promotores del esperpento se amparan en un “comité consultivo” del que no se dice quiénes lo componen y dicen contar con la anuencia del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como “arquitectos, diseñadores, asesores y diversos especialistas” —¡Nombres!— que han colaborado en la planeación del bodrio. Con fines de ilustración, sería conveniente que las autoridades del INAH revisaran otros casos en los que se levantaron construcciones nuevas con respeto por el entorno, como en el caso de las instalaciones del Banco de México de Cinco de Mayo y el callejón de la Condesa, de fachada neutra pero elegante, o la espléndida solución que le dio el arquitecto Teodoro González de León al anexo del Banamex, junto a la Casa de los Condes de San Mateo de Valparaíso, de Isabel la Católica y Venustiano Carranza. ¿Y qué opina de todo esto Icomos?
El INBA, los Noyola y Seudofridas
En forma creciente, Frida Kahlo sigue produciendo después de muerta, y las autoridades judiciales estimulan con sus fallos la fabricación de piezas fraudulentas. En 2009, el Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo presentó una denuncia porque se atribuía a la pintora un lote de mil 200 objetos —con un precio de mercado de 800 millones de dólares, de acuerdo con la estimación de Juan Coronel Rivera— que están en poder de Carlos y Leticia Noyola. El 17 de marzo de 2010, el Ministerio Público solicitó al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), máxima autoridad en materia artística, que designara a un perito que dictaminara la autenticidad de las obras. El 8 de abril el INBA contestó que no disponía de “personal calificado para realizar el dictamen” (¡?) y sugirió acudir a los peritos del Poder Judicial de la Federación y en particular a Rafael Matos Moctezuma, quien el 9 de junio —obsérvese lo dilatado de los plazos— declaró que no lo habían buscado. Extrañamente, el MP resolvió la no acción penal en el caso y los Noyola presentaron el asunto como un triunfo legal, cuando lo cierto es que tal resolución no es un certificado de autenticidad de las piezas en su poder. Para evitar fraudes, lo procedente es que la PGR llame a un grupo de expertos para que emitan un dictamen sobre la propiedad de los Noyola. Es lo deseable y necesario, pero la justicia suele ser frágil cuando hay tanto dinero de por medio.
En la muerte de Federico Sánchez
En los años setenta, para los jóvenes críticos del marxismo soviético, Jorge Semprún tenía un aura mítica. Había pasado por todas las pruebas de la militancia de izquierda: fue preso de los nazis en Buchenwald, militó en la España franquista bajo las riesgosas condiciones de la clandestinidad, luego rompió con el Partido Comunista de España y con el estalinismo y más adelante daría a las prensas el libro la Autobiografía de Federico Sánchez, que tal era su nombre de batalla en las misiones secretas. Con la misma historia personal y guión suyo se hizo una película —La guerra ha terminado, de Alain Resnais—, que ganó la nominación al Óscar igual que otro guión de su autoría, el de la cinta Z, de Costa-Gavras. En ambos filmes el autor muestra su conocimiento de la naturaleza humana y, sobre todo, de los abismos de la represión política, la que no alteró el temple de aquel hombre extraordinario: “He perdido mis certidumbres —escribió—, he conservado mis ilusiones”. Como ministro de Cultura dio brillo al primer gobierno de Felipe González, pero acabó renunciando, harto de “las discusiones entre (Alfonso) Guerra y González”, según dijo en estos días Elena Romo, cofundadora de la legendaria editorial Ruedo Ibérico. Joaquín Sabina escribió unos versos que definen con ilustrativa contundencia el paso de Semprún por el ministerio aquel: El siglo veinte cabe en su estatura,/ nunca habrá otro ministro de cultura/ más culto y sin cartera que Semprún.
Kultur 2011 en Valle de Bravo
Miércoles, jueves y viernes se celebrará en Valle de Bravo el encuentro Kultur 2011 sobre cultura y turismo. A la inauguración están invitados Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, Gloria Guevara Manzo, secretaria de Turismo, y Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Se debatirá sobre los festivales culturales, el proyecto Camino Real de Tierra Adentro, arqueología y turismo, la gastronomía, los llamados pueblos mágicos y, por supuesto, la cultura como producto turístico, tema más que necesario si se atiende al hecho de que México vende y vende bien sol y playa, pero tiene un riquísimo patrimonio cultural que debidamente explotado sería una mina de oro para el país. El coordinador de Kultur 2011 es Fernando Martí, actual cronista de Cancún, periodista de larga data y ganador del Premio Internacional EFE de Periodismo.
Breviario…
Antier sábado se inauguró el Tianguis de Libros en el Paseo de la Reforma, entre Insurgentes y Niza. Organiza y convoca la brigada Para Leer en Libertad, la misma que ha llevado el libro a las delegaciones. @@@ El arquitecto Ricardo Legorreta cumple 80 años de vida y bien puede presumir de edificaciones que rejuvenecen con el tiempo, como el hotel Camino Real, una de sus obras maestras. @@@ Para recordar a los asesinados el 10 de junio de 1971, se inauguró frente al metro Normal una escultura monumental de Sebastián.
