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Vacuna de Pfizer, una técnica inédita que necesita frío extremo

La vacuna desarrollada por Pfizer-BioNTech fue elaborada con una técnica novedosa llamada ARN mensajero, la cual necesita una cadena de frío de 70 grados bajo cero

AFP / Foto: AP | 09-11-2020
Vacuna de Pfizer, una técnica inédita que necesita refrigeración extrema
Las dosis de este tipo de vacunas requieren una cadena de frío de -70 grados centígrados y deben ser aplicadas en un plazo de pocas horas, dos retos de logística que podrían dificultar su rápida distribución.

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WASHINGTON.

Entre las cuatro categorías principales de vacunas desarrolladas contra el covid-19, la fabricada por la farmacéutica estadunidense Pfizer, que anunció el lunes que su vacuna tenía una efectividad del 90%, aún no había sido probada

La desventaja de este tipo de vacunas es que deben almacenarse a muy baja temperatura.

Sin embargo, se basa en una tecnología inédita hasta hoy.

Todas las vacunas tienen el mismo objetivo: entrenar el sistema inmunológico para que reconozca el coronavirus y así elevar sus defensas de forma preventiva, con el fin de neutralizar el virus real de producirse el contagio.

Las vacunas convencionales se pueden elaborar a partir de virus inactivos (como polio o la gripe), atenuados (sarampión, fiebre amarilla) o simplemente proteínas llamadas antígenos (hepatitis B).

La de Pfizer, elaborada en conjunto con la alemana BioNTech -o la de la estadunidense Moderna que utiliza la misma técnica pero aún no ha anunciado ningún resultado-, se basa en una nueva tecnología llamada ARN mensajero.

Por medio de esta técnica se inyectan en el cuerpo hebras de instrucciones genéticas bautizadas ARN mensajero, esto es decir, la molécula que le dice a nuestras células qué hacer. Cada célula es una minifábrica de proteínas, según las instrucciones genéticas contenidas en su núcleo.

Así, el ARN mensajero de la vacuna se inserta en el cuerpo y toma el control de esta maquinaria para fabricar un antígeno específico del coronavirus: la "espícula" del coronavirus, su punta tan reconocible que está en su superficie y le permite adherirse a células humanas para penetrarlas.

Este pico, inofensivo en sí mismo, será detectado por el sistema inmunológico que producirá anticuerpos, y estos anticuerpos permanecerán en guardia durante, con suerte, mucho tiempo, según se indicó.

Una vez inyectado el material genético, "las células que se encuentran en el lugar de la inyección empezarán a producir, de forma transitoria, una de las proteínas del virus", explicó Christophe D'Enfert, director científico del Institut Pasteur.

A 70 grados bajo cero

Aunque Pfizer y BoNTech no han ofrecido datos concretos sobre las especificaciones del tratamiento, algunos reportes indican que las dosis de este tipo de vacunas requieren una cadena de frío de -70 grados centígrados, un reto de logística que podría dificultar su distribución.

Además, las vacunas deben ser aplicadas en un plazo de pocas horas.

Estos desafíos necesitarán de un plan muy concreto que pocos países pueden resolver en poco tiempo.

Acelerador

La ventaja es que, al utilizar el ARN mensajero, no hay necesidad de cultivar un patógeno en el laboratorio porque es el organismo el que hace la tarea. Es por esta razón que estas vacunas se desarrollan más rápidamente. No se necesitan células ni huevos de gallina (como con las vacunas contra la gripe) para fabricar esta vacuna.

Las vacunas de ARN tienen la interesante característica de poder producirse con mucha facilidad en cantidades muy grandes", resume Daniel Floret, vicepresidente del Comité Técnico de Vacunas de la Alta Autoridad Sanitaria.

Es de tener en cuenta que no es posible que el ARN se integre en un genoma humano, formado por ADN. "El ARN, para poder integrarse en el genoma, tiene que ser lo que se llama transcrito inverso [en el ADN] - se dice retrotranscrito - y eso no ocurre espontáneamente en las células", según precisó Christophe D'Enfert.

En cuanto a la proteína del coronavirus, "no se va a producir todo el tiempo, se detendrá" porque, como con cualquier vacuna, el sistema inmunológico destruirá las células que producen la proteína viral.

El proceso, por tanto, terminará por sí solo", explicó Bruno Pitard (Inserm/Universidad de Nantes), que dirige una start-up que trabaja en este tipo de vacuna.

La desventaja de estas últimas: deben almacenarse a muy baja temperatura. El gobierno de Estados Unidos ha estado implementando la logística necesaria durante varios meses.

Sin embargo, este no es el caso de las vacunas de ADN, que pueden almacenarse a temperatura ambiente.

Hasta la fecha, no se ha aprobado ninguna vacuna de ADN o ARN para humanos aunque existen vacunas de ADN para uso veterinario en caballos, perros o salmones, entre otros. 

El covid-19 ha dado un gran impulso a la investigación para fabricar vacunas, en particular gracias a la financiación pública.

El gobierno de Estados Unidos, impulsado por el presidente republicano Donald Trump, firmó un contrato de mil 950 millones de dólares con Pfizer para suministrar 100 millones de dosis, en caso de que la vacuna fuera aprobada.

Moderna, una empresa de biotecnología estadounidense más pequeña, por su parte ha sido subvencionada con una suma de 2 mil 500 millones de dólares para desarrollar la vacuna y producir 100 millones de dosis destinadas al mercado estadunidense.

Si se aprueba la tecnología, podría allanar el camino para muchas más vacunas como contra la mononucleosis o el Zika, entre diversas enfermedades.

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