Alfonso Mejía, una estrella del cine de oro en México
Fue a los 15 años, cuando acudió a un casting motivado por un grupo de amigos, quienes vieron una convocatoria publicada en el periódico por la casa productora Ultramar Films que buscaba nuevos talentos para el personaje principal de la nueva cinta del cineasta Luis Buñuel.

El gran actor Alfonso Mejía, quien falleció por causas naturales este 29 de diciembre, será recordado por su célebre participación como Pedro en el filme Los Olvidados, del español Luis Buñuel.
Alfonso Mejía Silva nació el 16 de noviembre de 1934 en Ciudad de México, en una familia de clase media.
Fue a los 15 años, cuando acudió a un casting motivado por un grupo de amigos, quienes vieron una convocatoria publicada en el periódico por la casa productora Ultramar Films que buscaba nuevos talentos para el personaje principal de la nueva cinta del cineasta Luis Buñuel.

La cinta filmada en 1950 retrata la cruda realidad de México e incluso se vio en peligro de no ser exhibida, incluso su estreno fue un rotundo fracaso.
El éxito de Los Olvidados vendría tras su triunfo en el Festival de Cine de Cannes, teniendo en el escritor mexicano Octavio Paz su principal promotor, a partir del premio, la cinta se reestrena en México y fue reconocida por La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas con 11 Premios Ariel, entre ellos el de mejor actor infantil para Alfonso.
La emblemática cinta del director español, fue condecorada por la Unesco.
Luego del éxito de Los Olvidados, Alfonso desarrollo una prolífica carrera en el cine, convirtiéndose en galán de películas juveniles de mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta.
El histrión, demostró su capacidad actoral al lograr dos nominaciones al Ariel por las películas Padre nuestro (1954), y El túnel 6 (1956).
También participó en cintas como La bienamada (1951) con dirección de Emilio Fernández y actuaciones estelares de Columba Domínguez y Roberto Cañedo, Mi esposa y la otra (1952) con Arturo de Córdova, Marga López y Ramón Gay, Juventud desenfrenada (1956), La edad de la tentación (1959), dirigida por Alejandro Galindo.
A estas le siguieron éxitos juveniles como Quinceañera (1960) con Martha Mijares, Teresa Velázquez y Maricruz Olivier, Mañana serán hombres (1961), Juventud sin Dios (1962) y Por mis pistolas (1968) con Mario Moreno Cantinflas.
Su última aparición en cine fue en la película Rubí (1970), con Irán Eory, después de filmarla decidió retirarse, para atender a su familia.
Alfonso se casó con una admiradora de nombre ‘Carmelita’ con quien intercambiaba correspondencia y de quien se enamoró por su caligrafía, confesaría el actor años después.
El intérprete paso sus últimos días en Chihuahua, en donde se dedicó a trabajar en aquella localidad, en el Canal 28 de televisión, como productor y asesor.
También se desempeñó como maestro en el Centro de Capacitación para Televisión.
Alfonso Mejía será siempre recordado como el joven Pedro, en la proyección de la cinta que lo inmortalizo, Los Olvidados.
*brc
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