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Expresiones

Germán Cueto y Allan Villavicencio: innovadores de la forma

El Museo Experimental el Eco hace cohabitar obras inéditas de Cueto e instalaciones recientes de Villavicencio, “constructores de espacios ilusorios”

virginia bautista | 11-02-2024
Montaje, de Germán Cueto, reúne 61 obras, entre esculturas, dibujos, pinturas, esmaltes y cerámicas.  Foto: Cortesía Museo Experimental el Eco


Un Germán Cueto (1893-1975) inédito, más allá de su trabajo como guionista, narrador y creador de personajes del Teatro Guiñol; el autor de esculturas experimentales y abstractas, cuya propuesta “es vital para entender el modernismo y la vanguardia en México”.

A este Cueto presenta el Museo Experimental el Eco a través de la exposición Montaje, que reúne 61 obras, entre esculturas, dibujos, pinturas, esmaltes y cerámicas, confeccionadas desde 1951 hasta los años 70 del siglo pasado.

Es una muestra que da cuenta de la radical originalidad de su producción, su innovación formal, constante experimentación plástica y arriesgada investigación material”, afirma David Miranda en entrevista con Excélsior.

El director del museo comenta que se evidencian “los diferentes modos de producción de un artista de vanguardia que se ha revisitado someramente; y se exhiben obras que no se han presentado nunca”.

Dice que este homenaje es posible gracias a Fomento Cultural del Norte Potosino, que resguarda el acervo de Cueto, integrado por unas mil 400 obras. “Queremos que las nuevas generaciones conozcan su obra.

Propone un teatro conceptual y la creación de espacios ilusorios, donde incluía lo cinético, lo transitable y lo penetrable. Tenía una idea de la plástica dinámica. Las piezas se montan en el escenario a partir de un lenguaje teatral, producción de textos y dramaturgia”, explica Miranda.

Cueto propone una lectura de la creación escultórica; entiende de una forma muy diferente el cuerpo humano, como un sistema que se vincula con diferentes materiales”, indica.

Curada por Daniel Garza-Usabiaga, Montaje intenta enfatizar la fascinación por lo escénico y lo escenográfico en la producción de Cueto.

Distintos trabajos se presentan en conjuntos que articulan escenarios que entran en relación con la arquitectura y las narrativas históricas de El Eco, con la intención de crear una sobreimposición de elementos y referentes, objetos e imágenes”, detalla el promotor cultural.

Destaca que se podrá ver la maqueta de la escultura El corredor, que Cueto realizó en 1968 invitado por Mathias Goeritz a colaborar en la Ruta de la Amistad, en el marco de las Olimpiadas que tuvieron sede en México. La escultura en bronce de escala monumental está ubicada frente al Estadio Olímpico Universitario.

En diálogo con la propuesta de Cueto, El Eco exhibe No hay un centro, solo dar la vuelta, del artista visual Allan Villavicencio (1987), integrada por tres grandes piezas, biombos e instalaciones, hechas a finales de 2023.

La muestra, curada por Miranda, “constituye una narrativa cromática y espacial que rompe los ejes de la traza arquitectónica y construye un espacio interior distinto que aprovecha las posibilidades de la ilusión visual de la práctica pictórica”.

Señala que el artista egresado de la UNAM parte de la pregunta: ¿Qué pasa si la pintura no tiene un centro, si es un vórtice o un pliegue?

Basa su práctica en especular con los sistemas del lenguaje pictórico: romper lienzos, modificar bastidores. Ha creado un modelo de producción plástica que permite integrar elementos arquitectónicos.

Y ha incorporado en su paleta una cromática abstracta, problemas del paisaje contemporáneo, como la contaminación que opaca la luz. Usa capturas de pantalla. Ve el mundo de manera análoga, mediatizado. Allan estudia a Cueto y rompe con la idea de salón, y el dinamismo del tránsito”, indica el gestor cultural.

Las narrativas visuales de Villavicencio, añade, “se construyen a partir de patrones de comportamiento estético en el espacio cotidiano, que le permiten edificar módulos y seleccionar cromáticas que abordan formas de comportamiento o gestos encontrados en el espacio público”.

Concluye que la exposición “revela sus inquietudes por sistemas clásicos como el paisaje, el horizonte y la luminiscencia de la superficie a partir de nuevas ‘trampas para el ojo’, creadas mediante capas distintas de material y bastidores”.

Las exposiciones permanecerán en exhibición hasta el 28 de abril.

 

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clm

 

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