Esperanzador
Lo que más me sorprendió fue la garra de los nuestros, así como la calidad de algunos jugadores.
Sencillamente increíble resultó el partido del seleccionado nacional de Futbol Sub 20, en su debut en el Mundial de la categoría el pasado domingo en Chile ante Brasil, increíble pues el rival es uno de los más importantes países en la historia del balompié, increíble pues la talla física de los sudamericanos era inmensamente mayor a la de nuestros menuditos jugadores; en otras palabras, parecía un duelo del valiente pastor David y el gigante guerrero filisteo Goliat; para mi sorpresa, nuestros representantes pelearon al tú por tú, nunca se rindieron, y sacaron en su primer cotejo mundialista un valioso empate, algo que de inicio era impensado.
Quizá lo que más me sorprendió fue la garra de los nuestros, así como la calidad de algunos jugadores encabezados por la joya de los Xolos de Tijuana, Gilberto Rafael Mora Zambrano, un tocado por el dedo de Dios, para ser un histórico del futbol mexicano, sencillamente así lo creo, su enorme talento con la pelota, su increíble sagacidad, su inteligente ubicación a cada momento, le hace un jugador al que seguramente veremos en un futuro no muy lejano en uno de los grandes equipos europeos, lo digo convencido y esperanzado.
Sé que en el camino al éxito existen innumerables caminos falsos, pero algo me dice, después de escucharlo declarar a los medios de comunicación, que se trata de un jovencito de 16 años, provisto de una natural inteligencia, dentro y fuera de la cancha, por lo que, arropado por su familia, me parece, lo veremos llegar muy lejos.
Debo felicitar al entrenador del equipo nacional Sub 20, Eduardo Arce, pues ha preparado a un grupo de talentos, que, después de exhibirse en la vitrina de este evento mundial, seguramente los estaremos viendo, también en un futuro, en el balompié europeo, me atrevo a vaticinar que algunos de los mencionados a continuación son material humano de exportación: Elías Montiel y Alexéi Domínguez, del Pachuca, Diego Chicha Sánchez de Tigres –que aunque es muy bajito, apenas alcanza poco más de metro y medio, es un demonio por la banda izquierda–, Iker Fimbres del Monterrey, y Yael Padilla de las Chivas, entre otros candidatos.
Mucho depende de la disciplina y capacidad que tengan estos prospectos de entender su papel como deportistas profesionales, sin distracciones, sin seguir los caminos falsos, que tanto perjudican esas prometedoras trayectorias y, créanme, que estamos ante una probable generación inaudita para el balompié mexicano.
Al tiempo…
