Escritorio

El trabajo de los directivos resulta imprescindible para conseguir el éxito.

Siempre he pensado que el éxito deportivo se debe al deportista en cuestión, de cualquier especialidad, sin embrago, el trabajo de los directivos, el trabajo de escritorio, resulta imprescindible para conseguir el éxito y, en fechas recientes en el futbol americano profesional de la NFL, ha quedado clara evidencia de ello.

Las Águilas de Filadelfia se han distinguido en las últimas temporadas por conformar un equipo muy competitivo, campeón, situación que pasa, en gran medida, por el escritorio del gerente general, Howie Roseman, que ha tenido una serie de aciertos en las contrataciones, que le han permitido ser un equipo ganador, máxime ahora que es campeón, pero ya había logrado llegar previamente a un Super Bowl, así como a finales de conferencia.

En pocas palabras, se trata de un ganador que sustenta su éxito en contrataciones de jugadores que, en algunos casos, nadie desea, o jugadores que tienen gran talento, pero que son dejados en libertad, como el caso del supercorredor Saquon Barkley o del linebacker Zack Baun, que fue dejado en libertad por los Santos de Nueva Orleans, para ahora ser un artífice de la defensiva del equipo verdiblanco.

El tope salarial, que equilibra el gasto que los equipos pueden realizar, provoca que un gran administrador logre contratar a jugadores que no pesan en la nómina, pero que resultan fundamentales en el accionar de los equipos, y ésa es una de las mayores habilidades de Roseman.

A contramano, existe una serie de equipos que se caracterizan por decisiones de escritorio equivocadas, en especial en tiempos recientes, los Cowboys de Dallas se han significado por dos hechos muy contrastados, son el mejor equipo en lo económico, generan más ingresos que ningún otro, sus utilidades son las más amplias de toda la liga, pero en lo deportivo son de lo peor. El dueño de ese equipo, Jerry Jones, y sus hijos han tomado el control de todas las decisiones, insisto, muy buenos en los dineros, pero muy malos en lo deportivo, y de ello hablan las tres décadas en las que no han sido campeones, toda una incongruencia.

Otro caso patético es el de los Jets de Nueva York, que es uno de los peores equipos en tiempos recientes, con pésimas decisiones, como, por ejemplo, el dispendio y poca efectividad de la muy onerosa contratación de Aaron Rodgers, es clara muestra de ello, apenas estos días le daban las gracias después de una temporada perdida por lesión y la más reciente, en la que resultó patético el ataque de los Jets.

Los triunfos y los campeonatos se gestan en el terreno de juego, pero se fraguan en los escritorios.

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