De gigantes

Juan Martín del Potro logró ascender con inusitada velocidad hasta colocarse entre los mejores del mundo e, incluso, llegó a competir con los inmensos Federer, Nadal y Djokovic.

Ha sido una fenomenal experiencia el poder convivir, la noche del miércoles y la mañana del jueves, con una de las grandes figuras del tenis internacional, Juan Martin del Potro, en el marco de la convención de médicos del Hospital Angeles Health System.

El hombre logró ascender con inusitada velocidad hasta colocarse entre los mejores del mundo e, incluso, llegó a competir con los inmensos Federer, Nadal y Djokovic, pues fue uno de los contados que logró imponerse en varias ocasiones a esa terna histórica del tenis, en particular se recuerda su triunfo en el US Open de 2009, en el que derrotó a dos de esos tres grandes; Nadal en semifinales y a Federer en la final, para lograr arrebatarles un Grand Slam, algo que lo hace más grande, aun ante las trayectorias de sus rivales de las últimas dos rondas.

Del Potro no logró llevar su carrera hasta su gran meta, ser el uno del mundo, algo que parecía imposible ante la grandeza de sus rivales de ese tiempo, en particular los tres grandes, más Andy Murray, el escocés, que también resultó inmenso en ese tiempo; las lesiones en la muñeca y en la rodilla evitaron tan ambicioso proyecto.

Ahora en el retiro, Delpo, o La Torre de Tandil, como le podan, se dedica a promover el tenis, a impartir conferencias, a seguir en el deporte que lo hizo ser un gigante, como su apodo. Me parece que se trata de un ser humano de inmensas cualidades, incluso me atrevo a decir que es una gran persona, mejor que su gran calidad de tenista.

Su charla a los médicos del Hospital Angeles Health System ha sido emotiva, sincera, pero, sobre todo, entrañable, demostrando su gran calidad humana.

Ya que hablamos de gigantes, vale la pena mencionar el gigantesco esfuerzo del flamante presidente de la Unión Ciclista de México, Bernardo de la Garza, que, de la mano de su equipo, y a pesar de sólo llevar un mes en ese cargo, ha logrado organizar los nacionales en Ensenada, Baja California, en un evidente homenaje a un gigante del ciclismo mundial en el que se ha convertido Isaac del Toro, que logró demostrar su inmensa calidad al imponerse en la contrarreloj individual, dejando el platillo principal para la prueba de ruta en el entorno a Ensenada, montañas que Del Toro conoce como la palma de su mano.

A pesar de los detractores, el ciclismo mexicano comienza una etapa que será, a pesar de los comentarios adversos, la más exitosa de la historia.

Al tiempo…

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