La lucha contra el racismo, una moda
Resulta muy complicado juzgar a mayorías por un acto individual, es casi casi que paguen “justos por pecadores”, y lo entiendo, pero resulta peor minimizar y darle vuelta a la página, como si nada sucediera. El futbol mexicano tiene focos amarillos en temas de ...
Resulta muy complicado juzgar a mayorías por un acto individual, es casi casi que paguen “justos por pecadores”, y lo entiendo, pero resulta peor minimizar y darle vuelta a la página, como si nada sucediera.
El futbol mexicano tiene focos amarillos en temas de racismo, francamente no es de lo que más adolezca socialmente este deporte, pero vaya que se han presentado manifestaciones en varios estados de la República Mexicana y, francamente, también poco se ha hecho al respecto, por eso mismo, porque, por no generalizar, no se castigan como se debiera esta clase de estupideces.
Y nada ha cambiado desde la última ocasión en que toqué el tema en este espacio.
Hay poco trabajo de prevención, poca cultura y son casi nulas las expresiones de los clubes.
Sólo cuando se es afectado se levanta la voz y, honestamente, no con la fuerza que ameritaría el caso. Porque no hace falta que se arroje una banana al campo para que se genere una campaña viral y se participe más por moda que conciencia; porque nos dejan con esa sensación.
Aquellas fotografías de los futbolistas comiendo un plátano en apoyo a Dani Alves, jugador del Barcelona, o el hashtag aquel de “todossomossimios”, solidarizándose con Ronaldinho a su llegada a nuestro país, parecen más un tema de oportunidad que de conciencia real ante las consecuencias fatales que tiene el racismo y que se han producido en la historia de la humanidad.
Ningún acto de racismo encuentra justificante, ninguno. Ninguno tampoco puede ser minimizado bajo ningún argumento, y menos cuando se le pregunta al líder de un equipo sobre el tema y éste dice: “A mí me han llamado burro”.
¿Es en serio? ¿Esa es la capacidad de análisis para un tema tan serio como éste? ¿Esa es la postura que deben asumir los que manejan un equipo?
Y esta clase de respuestas son las que confirman que el racismo no es un tema que se concientice en el interior de los diferentes equipos; y sé que las directivas no están para educar, pero no se requeriría de una intervención exprés si se tuviera un poquito de sentido común.
La pregunta sería: ¿hasta cuándo dejarán de tomarse como “casos aislados”?
Y la más importante: ¿los casos aislados no cuentan, no dañan, no perjudican?
Bajo esa perspectiva, podrían matarse dos aficionados a golpes en una tribuna y no pasaría nada, total, fue un hecho aislado, ya que no participaron multitudes y no se causó ningún daño a terceros.
El tema amerita mayor seriedad de todos.
