Formas, ¿serán fondos?

En términos generales, al asunto de la designación del nuevo entrenador del equipo mexicano le han faltado formas, y esto se acentúa con el anuncio del nuevo ocupante de la silla.

Si nos vamos desde el mero principio, recuerdo haber expresado en este mismo espacio, que se trataba de un descarte: como no funcionó el plan A ni el B, entonces había que acudir al C, mismo que, incluso, siendo tercera opción, no contaba con la aceptación general, que bien podría ser lo de menos.

Juan Carlos Osorio no unifica criterios, no goza de la aprobación de mayorías, incluso, muchos desconocen quién es, de dónde viene, cuándo surgió su nombre y por qué.

Divide opiniones. Quienes han trabajado con él aplauden y reconocen su capacidad táctica, incluso, alaban su gusto por la obsesión del video y del pizarrón, que repito, eso sirve de muy poco si no se es capaz de transmitirlo y, en ocasiones, mientras más simplificada sea la información, más sencilla de digerirla. Otros ciertamente le reconocen está pasión, pero descalifican la puesta en práctica y los momentos críticos para ejecutar lo mucho que se estudia previamente.

En fin, el caso es que el Tri ya tiene entrenador, pero en eso volvemos al tema de las formas. Primero: me pregunto: era él quien debía anunciar su vinculación a la Selección Mexicana o era la propia Federación quien debía encargarse de hacer oficial lo que de por sí era ya de dominio público.

Está claro que la versión primera debía haber sido anunciada en las calles de Colima de la capital de la República Mexicana, no en Sao Paulo.

Segundo: a días de jugarse 90 minutos definitivos en la disputa por un lugar en la Copa Confederaciones, ¿era buen momento para un anuncio así? ¿De verdad nadie pensó que era mejor posponer dicho pronunciamiento?

Formas, prudencia, timing, tino, tacto, llámele como quiera, pero en definitiva, a dos días del juego ante Estados Unidos, no era oportuno gritarle a los cuatro vientos que se tenía un nuevo trabajo. Todo a su tiempo, dicen.

Cuestión de formas, que muchas veces son fondos; ojalá no sea el caso.