Alejandro Aguerrebere

Alejandro Aguerrebere
Súper beis

¿La verdad?, emocionados

08 de Octubre de 2020

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Lo que observamos en estos días es para confirmar lo dicho: vaya cosa buena el tener estos juegos de playoffs en un año tan complicado. Si ustedes, queridos amigos lectores, no se están deleitando con esos agarrones entre Rayos de Tampa y Yankees de Nueva York, entre los Dodgers de Los Ángeles y los Padres de San Diego, híjole, quizá no estarían viendo los puntos finos de este maravilloso nivel de juego que disfrutamos en el mejor mes del año.

Para nada hacer menos la fuerte pugna entre los renovados Marlines de Miami y los Bravos de Atlanta con sus ganas desmedidas, obviamente, la polémica de si los Astros de Houston son “perdonados” con buena pelota al ganarle a unos Atléticos de Oakland, quienes de repente parece que quieren confirmar aquello de “hay equipos de momento grande y otros que no quieren”. Mucho nos han preguntado cuáles son los favoritos en estas series y, de verdad, pocos años se han visto tan parejas las posibilidades, ¿no lo creen? Basta observar cómo sacaron los Yankees el primer juego de la serie —a palos— en un parque donde se supone que no “camina” tanto la pelota.

Existimos románticos que extrañamos ese toque de bola como instrumento de precisión, como ingrediente de sacrificio por el equipo, aunque el nivel atlético, en cualquier batazo en el cuadro, puede ser —por piernas— una jugada cerradísima en el tiro a la primera base.

Y hay quienes alucinan las formaciones defensivas (“shift”), pero no se puede negar que un batazo fildeado por el segunda base, ya muy adentro del jardín derecho, provoca una jugada mucho más cerrada y emocionante en el tiro a la inicial. O bien, estamos viendo cañoneros probados implementando un recurso antes impensable: buscar el jardín opuesto con su batazo, para eludir una casi “muralla” de tres fildeadores de cuadro esperando su batazo de poder.

En especial, peloteros a quienes vemos espectaculares como Fernando Tatis Jr, Ronald Acuña Jr, Gio Urshela, Randy Arozarena, bien pueden mantener este extraordinario nivel, y de los mexicanos un gusto enorme ver al nayarita Víctor González recuperar su carrera y lanzar con tremenda calidad, independientemente de lo que hagan los señores Cessa, Soria, Urías, Urquidi, estamos teniendo una historia emotiva para contar con nuestros compatriotas en el mejor beisbol.

Se sabe perfectamente la emoción especial que guardan muchos de ustedes por una Serie Mundial entre los Dodgers y los Yankees, sólo resta decirles: falta mucha pelota para esa posible serie soñada.

Por acá, triste ver cómo manosean el mítico nombre de los Tigres en la LMB. Una franquicia infaltable —la rivalidad con los multicampeones Diablos Rojos— no puede estar así, con una pésima gestión al final y con una especulación (sobre su posible destino), la cual en nada ayuda.

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