El mundo es la pelota
El mundo de la pelota, la pelota que se mueve en el mundo, nuestro planeta atento a un juego de pelota en un diamante. Hay conciencia de que al beisbol le falta un buen trecho en la internacionalización, aunque, vaya enorme bolsa de aire fresco acaba de tener el rey de los ...
El mundo de la pelota, la pelota que se mueve en el mundo, nuestro planeta atento a un juego de pelota en un diamante.
Hay conciencia de que al beisbol le falta un buen trecho en la internacionalización, aunque, vaya enorme bolsa de aire fresco acaba de tener el rey de los deportes con la quinta edición del Clásico Mundial. Hace unas cuantas entregas platicábamos de la adaptación al nuevo beisbol con el paquete de reglas por aplicarse para ahorrar tiempos en los juegos.
No, nada de eso, ya vimos cómo los juegos coloridos y la importancia de defender tu bandera con el orgullo patrio hacen de lado a cualquier duda de si este deporte está más vivo que nunca.
Podemos elogiar la alegría y soltura de nuestros hermanos caribeños y latinos, a ese león rasurado que son los Países Bajos, la disciplina de Corea, lo cierto es que fue un buen Clásico Mundial.
Es más, hazte a un lado FIFA, esto se puede jugar cada tres años y, ¿por qué no?, hasta cada dos años con el tiempo perdido desde 2017, porque nadie hoy entiende cómo pudimos perdernos este jolgorio y esta gozadera de beisbol no acartonado.
Si ustedes detectan un tono triunfalista, pues claro que lo hay, incluso en las oficinas de Nueva York el corporativo de Major League Baseball debe haber abierto muy, pero muy bien los ojos ante un producto el cual está para sacar un enorme provecho, con nosotros, quienes disfrutamos la buena pelota, como los mejores beneficiarios.
El plus se llama Shohei Ohtani como nuevo superídolo internacional.
Sí tendrán que realizarle algunos cambios al evento, por ejemplo:
1. O irse a 32 naciones participantes o jugar a un electrizante evento de 16, para evitar su nebuloso criterio de desempate.
2. Debe jugarse en un solo país, sea México, Corea, Estados Unidos o el de mejores condiciones.
3. Quizá los tiempos de juego también necesitan una ayuda.
Por lo demás, la verdad, eso de tener israelíes o italianos más estadunidenses que nada, le ha dado vida y hasta buena rivalidad al evento.
Ahora bien, después de la importante actuación del representativo mexicano, algo sí se debe plantear a buen tiempo: ¿debe seguir siendo el ejemplo el beisbol estadunidense o ir más por el estilo oriental? Lo decimos por el fenotipo del mexicano; de buena fuente sabemos cómo Grandes Ligas no se termina de explicar las fallas por las cuales no llegan más peloteros aztecas a los 30 line ups y rotaciones del Big Show.
Esa es la reflexión más importante para el beisbol mexicano después de esta destacadísima, HISTÓRICA, actuación.
