Manny Machado volverá a hacer historia

Manny Machado volverá a colocar su nombre en la historia de los Padres de San Diego.

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El tercera base, quien llegó en 2019 con un contrato de 300 millones de dólares por 10 años y ha marcado un antes y un después para la organización, alcanzará este martes su cuarta postemporada con el equipo, algo que ningún otro jugador había conseguido.

Junto a él estarán Jake Cronenworth y el relevista cubano Adrián Morejón, dos peloteros desarrollados en las granjas de los Padres, que se han mantenido como piezas firmes en la construcción del proyecto competitivo de los últimos años. Entre los tres superan ya la marca que tenía Tony Gwynn, la máxima leyenda del club, quien disputó tres veces beisbol de octubre en su brillante carrera.

Gwynn, sin embargo, tuvo la oportunidad que a Machado todavía se le niega: disputar la Serie Mundial. El histórico jardinero derecho jugó en las ediciones de 1984 y 1998, siendo la cara de los Padres durante dos décadas, con 15 Juegos de Estrellas y ocho títulos de bateo. Aunque nunca pudo coronarse, se convirtió en el símbolo más grande que ha tenido la franquicia.

Manny Machado renovó su compromiso con San Diego en 2023, con una extensión que lo mantendrá como la cara del equipo hasta el final de la década. 

“Cuando firmé aquí lo hice con la idea de ganar, de construir algo duradero”, señaló. “Hemos pasado por momentos buenos y otros difíciles, pero el objetivo siempre ha sido llevar un campeonato a San Diego”.

En ese tiempo, Cronenworth y Morejón han sido los escuderos que lo han flanqueado, presentes en las cuatro clasificaciones: 2020, 2022, 2024 y ahora 2025.

“Es especial poder estar aquí nuevamente, seguir compitiendo y representar a esta organización en octubre”, reconoció Manny Machado en la previa.

El reto inmediato comienza hoy a las 13:00 horas en Wrigley Field, cuando los Padres enfrenten a los Cachorros de Chicago en el arranque de la serie de comodines al mejor de tres.

Machado todavía no conoce lo que es jugar una Serie Mundial con San Diego, pero si logra colectivamente lo que Gwynn no pudo alcanzar, levantar el trofeo, podría convertirse en un ídolo a la misma altura para la afición de San Diego.

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