La neurociencia dice que este pasatiempo mejora tu cerebro de por vida
La neurociencia dice que este pasatiempo fortalece memoria, atención y salud mental. La música protege el cerebro y mejora su función de por vida.

La neurociencia dice que este pasatiempo es más poderoso que un suplemento, más barato que una terapia y tan accesible como encender la radio. La música, aliada silenciosa, parece regalar a tu cerebro una reserva cognitiva que dura toda la vida.
Un estudio publicado en PLOS Biology confirma que aprender y practicar música desde edades tempranas fortalece las conexiones neuronales y mejora funciones como la memoria, la atención y la flexibilidad cognitiva. Investigadores de la Universidad de Edimburgo detallan que quienes mantienen este pasatiempo musical presentan un menor deterioro cognitivo en la adultez.

También te puede interesar: ¿Qué es el efecto umbral y por qué te hace olvidar cosas?
¿Qué pasatiempo fortalece la función cerebral?
La respuesta es directa: hacer música. Tocar un instrumento o cantar no es un simple entretenimiento, es un entrenamiento cerebral integral. Según la investigación, las personas que tocan instrumentos durante al menos 10 años presentan mejores resultados en pruebas de memoria de trabajo y velocidad de procesamiento en comparación con quienes no tienen experiencia musical.
No es casualidad. La música exige coordinación entre oído, vista, memoria y motricidad fina. Cada ensayo es un laboratorio neuronal donde el cerebro aprende a resolver problemas en tiempo real, sincronizarse con otros y sostener la atención bajo estímulos múltiples.

También te puede interesar: ¡Increíble! La música clásica mejora el estado de ánimo en pacientes con depresión
¿Cómo influye la música en la salud mental y emocional?
Más allá del rendimiento cognitivo, la música es medicina emocional. Talleres como el Memory Disco en Estados Unidos muestran cómo el baile y el canto colectivo ayudan a pacientes con demencia a reconectar con recuerdos, reducir ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
En Argentina y otros países, proyectos de musicoterapia en hospitales han demostrado que cantar o tocar un instrumento no solo activa regiones cerebrales de la memoria, sino también redes relacionadas con la recompensa y la motivación. Esto se traduce en una mejor calidad de vida y en una herramienta efectiva contra la depresión y el aislamiento social.
¿Por qué la neurociencia considera la música un “ejercicio cerebral completo”?
A diferencia de actividades pasivas como mirar televisión, la música activa ambos hemisferios cerebrales. Estudios recientes han revelado que tocar un instrumento incrementa la densidad de la materia gris en regiones asociadas al lenguaje, la atención y la memoria auditiva, A Journal of Musical Things.
En términos neurocientíficos, la música fomenta la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones sinápticas. Este fenómeno protege contra el deterioro cognitivo y facilita la recuperación tras accidentes cerebrovasculares. La música, literalmente, entrena la mente como el gimnasio entrena al cuerpo.

También te puede interesar: La música puede disminuir efectos del Alzheimer, señala experta
¿Cómo empezar a usar la música como terapia cognitiva?
No es necesario ser profesional ni dedicar horas exhaustivas. Los expertos recomiendan:
- Tocar un instrumento 10–15 minutos al día (guitarra, piano, violín o incluso percusiones simples).
- Cantar regularmente, incluso en grupos comunitarios o coros.
- Escuchar música activamente, analizando melodías, ritmos y letras para estimular la memoria.
- Bailar, combinando movimiento, ritmo y coordinación para activar áreas motoras y cognitivas.
- El punto clave es la constancia: la práctica regular potencia los efectos y los acumula con los años.
No hace falta talento extraordinario ni horas interminables de práctica. Basta con cantar en la ducha, aprender unos acordes sencillos o animarse a bailar en la sala. La música no exige perfección, solo constancia.
Y si además de disfrutar mejoras tu memoria y proteges tu salud mental, entonces este pasatiempo deja de ser un lujo y se convierte en una herramienta real de bienestar. Porque al final, más allá de los estudios y las teorías, todos sabemos que cantar o tocar siempre nos hace sentir mejor.
EL EDITOR RECOMIENDA



