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El COVID-19 y los 25 años de la declaración de Beijing

Ruth Zavaleta Salgado

Ruth Zavaleta Salgado

Zurda

En 1995 se firmó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. En ese entonces, 189 gobiernos se comprometieron a realizar acciones para combatir la desigualdad de género a partir de doce temas: pobreza, educación y capacitación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder y toma de decisiones, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente y las niñas. Después de 25 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emitió un documento de balance (Human Development Reports 2019) en donde expone que ninguna región del mundo alcanzó la igualdad de género: Estados Árabes: 0.531; Asia Oriental y el Pacífico, 0.31; Europa y Asia central, 0.276; América Latina y el Caribe, 0.383; Asia Meridional, 0.510; África Subsahariana, 0.573. Incluso, a partir de revisar cada componente para hacer esta evaluación,se llegó a la conclusión de que tardaríamos dos siglos para lograr plena igualdad de género en el planeta.

La Declaración y Plataforma de Beijing es una de las herramientas más importantes de la lucha por la igualdad de género, por lo que desde marzo del 2018 se vienen realizando reuniones internacionales, balances y análisis al respecto. De hecho, el 9 de marzo de 2020, la Dirección Ejecutiva de Mujeres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó el informe Women’s Rights in Review 25 years after Beijing, en donde ratifica las conclusiones del PNUD y reconoce que los avances están siendo más lentos en los últimos 10 años.

Cabe mencionar que en las conclusiones presentadas todavía no se reflejaba el impacto de la coyuntura de la crisis generada por la pandemia del COVID-19. Todo parece indicar que los efectos serán negativos a juzgar por los datos prematuros que han emanado de China y de otros países fuertemente afectados, en donde se evidencia que la violencia contra las mujeres se acrecentó en los periodos de cuarentena. Esto no resulta extraño si revisamos antiguos informes como el de Global study on homicide. Gender-related killing of women and girls, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en 2018 y reeditado en el 2019, en donde ya se llamaba la atención sobre la tendencia mundial de violencia en los hogares. Según los datos compilados en las diferentes regiones, en el 2017, de las 87 mil mujeres que fueron asesinadas en el mundo, 58% de ellas lo fueron por su pareja o persona cercana. Es decir, el más alto porcentaje de las mujeres víctimas de feminicidios lo sufre en su propio hogar. Si revisamos los datos con respecto a la región, los hallazgos son demoledores: 14 de los 25 países con más feminicidios están América Latina. Además, entre otros datos, durante el 2017, el 21% de las mujeres adultas y 40% de las adolescentes habían sufrido violencia física o sexual a manos de su pareja (CEPAL: Nota estratégica de la Oficina Regional de las Américas y el Caribe 2019-2021).

A la problemática de la violencia se suma la del tema laboral combinado con las medidas que se han declarado para enfrentar la pandemia del COVID-19. Resulta que en América Latina hasta el 2019, la brecha laboral entre mujeres y hombres era de 30% y, también, el 30% de las mujeres estaban empleadas en trabajos de cuidados (BID, 2019, El futuro ya está aquí). México no es la excepción, además de tener los porcentajes más altos de la región de mujeres que trabajan en la economía informal, también lo tienen respecto a trabajos de cuidados de las personas. Según datos del Consejo Nacional para prevenir la discriminación (Conapred), las mujeres dedican 30 horas semanales (contra 12 de los hombres) al cuidado de las personas menores o de tercera edad o con alguna discapacidad o enfermedad y, todo parece indicar que, en esta coyuntura, tal y como lo reconoció el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el cuidado de la familia recaerá también, mayormente, en las mujeres. Lamentablemente, esa realidad de las mujeres no motivó al titular del Poder Ejecutivo a emitir alguna acción emergente a favor de ellas ¿Qué van a hacer las mujeres que dependen de su actividad comercial (poco más de 500 mil) o de trabajo doméstico (un millón 800 mil aproximadamente) en este periodo de cuarentena? ¿Cuáles son las acciones extraordinarias para evitar que las mujeres sufran mayor violencia en su hogar ante el irremediable estrés de este periodo de encierro?

 

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