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Los dos IMSS del nuevo gobierno

Ruth Rodríguez

Ruth Rodríguez

En el quirófano

Hace casi tres sexenios, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reclamaba más recursos para la atención a la salud. ¿Y qué ocurrió?, crearon el Seguro Popular, al que se le dio todo el dinero que quería el IMSS.

El saldo, 15 años después, de acuerdo con las nuevas autoridades de salud, es que con la creación del Seguro Popular se fomentó más la fragmentación del sistema de salud, la corrupción y no se logró tener un acceso equitativo y de calidad para los 54 millones de afiliados.

Hoy, década y media después, volvemos al punto de origen. Los papeles se invertirán y será el IMSS el que abandere la universalización de los servicios de salud, y para ello absorberá de manera gradual los recursos del Seguro Popular.

Pero ojo, con esta decisión habrá dos IMSS; uno, el del régimen Ordinario, el que se subvenciona de las cuotas obrero patronales, que atiende a más de 50 de millones de derechohabientes y que tiene más de 430 mil trabajadores sindicalizados que, por cierto, de acuerdo con su director Germán Martínez Cázares, será reajustado en su estructura y nómina. Y el segundo, que se llamará IMSS-Bienestar, que hasta hace unos días era conocido como IMSS-Prospera y unos años más atrás era el IMSS Oportunidades o IMSS-Solidaridad, cuyos orígenes fueron IMSS-Coplamar. En síntesis, un sector del propio Instituto que era ubicado como el patito feo del Seguro Social, que atendía a los más pobres del país que no estaban afiliados, y que ahora se retomará con otro nombre.

Este segundo IMSS-Bienestar atiende actualmente a una población de 13.1 millones de usuarios que viven en las zonas más marginadas de 28 estados del país y que, por cierto, este año cumplió 39 de ser creado.

Ahora, con esta nueva administración están proyectando que ese “patito feo” de tres décadas se convierta en “el cisne hermoso” que iniciará el anhelado proyecto de dar acceso universal a salud por igual a todos los mexicanos.

Sólo hay un pequeño gran detalle, falta que los legisladores lo doten de los recursos que por mucho tiempo no tuvo.

No por nada Gisela Juliana Lara Saldaña, titular de la Unidad del Programa IMSS-Bienestar, sonríe cuando esta columnista le dice que ahora será el programa estrella del sexenio, y sólo atina a decir que “hay que ver que sí nos autoricen más dinero”.

ABATELENGUAS

“Que ningún niño mexicano más nazca con VIH-Sida en la Cuarta Transformación del país”, ésta fue la promesa de Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, durante la celebración del Día Mundial del VIH 2018. El tema es que este buen propósito no es nuevo. Las dos administraciones anteriores también lo externaron.

Pero se trata de un problema multifactorial que tiene mucho que ver con el estigma y la discriminación hacia los portadores de esta enfermedad, así como que las mujeres embarazadas no acuden a la atención prenatal y menos les realizan la prueba de VIH para detectar a tiempo si son portadoras y evitar que su bebé nazca con este padecimiento. Aun cuando es algo que se puede evitar, en 2017, por ejemplo, 79 bebés nacieron con VIH en México.

BAJO EL MICROSCOPIO

Que en diversos sectores fue bien recibido el nombramiento de Alejandro Mohar Betancourt como nuevo comisionado nacional de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

Mohar Betancourt fue director del Instituto Nacional de Cancerología y ha sido uno de los principales promotores para tener en México un registro nacional de casos de cáncer, que, por cierto, todavía no se concreta como debiera.

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