Cofepris, con dos líneas directas a Presidencia

Éste es el caso de José Alonso Novelo Baeza, un médico pediatra yucateco que llegó a la Cofepris por encargo del Presidente, y quien ahora forma parte de la estructura de la subsecretaría de López-Gatell, pero le seguirá rindiendo cuentas directamente al Presidente. A menos que López-Gatell le bloquee ese acceso. Como varios en el gabinete, incluido el secretario de Salud, Jorge Alcocer, José Novelo ha optado por manejarse con un bajo perfil que, para algunos, raya en lo gris.

De manera discreta, desde ese espacio ha frenado todo intento de regulación de la mariguana con fines lúdicos —acorde a la postura presidencial— y ha sometido a revisión la aprobación de miles de registros sanitarios que se llevaron a cabo en anteriores administraciones, lo que para algunos ha significado un retroceso y una paralización de la Cofepris.

José Novelo tiene más de un año en su cargo y hasta el momento no ha dado a conocer qué encontró en la Cofepris. Lo único que ha dicho es que han hecho limpieza dentro de la casa, pero sin dar un diagnóstico ni de lo que encontró ni de lo que hizo. Y hay dudas de que esa limpieza haya sido efectiva. Antes de esta administración, en los pasillos de la Cofepris se decía que este organismo se había convertido en una de las cajas chicas del PRI, y que no se aprobaba nada si no había dinero en medio.

Incluso diversas organizaciones de la sociedad civil cuestionaron la relación de los titulares de este organismo con la industria farmacéutica, de los alimentos y la tabacalera.

Frente a todo eso, no suena mal que el titular de la Cofepris le rinda un informe al subsecretario de lo que está haciendo (lo que se cuestiona es que ese subsecretario sea López-Gatell) y se tenga un trabajo más coordinado de los medicamentos e insumos que se requieren para nuestro país.

Por eso será bueno saber cómo se dará está supeditación entre Gatell y Novelo, pues realmente no hay más afinidad que el hecho de que los dos trabajan de manera directa con el Presidente. Cosa de ver que apenas hace unas semanas Gatell descalificaba las pruebas rápidas para covid-19 y al mismo tiempo la Cofepris, en un comunicado, les daba el visto bueno.

En fin, esperemos que el movimiento funcione, porque se requiere de una Cofepris fuerte, ajena de todo conflicto de intereses económicos. Y que sólo responda al interés de proteger la salud de los mexicanos. 

Gunther Barajas, vicepresidente de esta empresa en México, adelanta a esta columna que, de la mano de un consorcio internacional, se buscará construir en nuestro país, a través de donaciones, un hospital como el que se hizo en Wuhan, China que se construyó en 14 días. 

Se está en pláticas con las autoridades mexicanas para saber en qué entidad se haría, y sería un hospital que tendría la tecnología más avanzada y que ayudaría tanto al personal de salud como a los pacientes mexicanos.

Dassault Systèmes ayudó con su tecnología en 3D a que los ventiladores respiratorios creados por el Conacyt estuvieran de manera más rápida. Y tienen diversos proyectos en México. Habrá que verlos.