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El año de Juárez y Garganta Profunda

Ricardo Peralta Saucedo

Ricardo Peralta Saucedo

México correcto, no corrupto

Hace 46 años, fue el año de Juárez en México. En 1972, se creó mediante decreto de la Comisión Nacional para la Conmemoración del Centenario del fallecimiento de don Benito Juárez. Se realizaron múltiples eventos para la difusión de la vida y legado de nuestro prócer, mismos que se realizaron a nivel nacional en coordinación con los gobiernos de los estados, municipios e instituciones culturales, sociales y cívicas.

Se exhibió a Juárez como un político liberal. Una de las frases célebres que más resonancia tienen con el México del 2018, entre otras, es ésta: “Todo lo que México no haga por sí mismo para ser libre, no debe esperar ni conviene que espere, que otros individuos u otras naciones hagan por él”.

Las Leyes de Reforma, son la base constitucional que hasta la fecha nos rige. Su desempeño como gobernante y, principalmente, como estadista, es el ejemplo vivo de lo que cualquier servidor público debería, por lo menos, emular por nuestro amado México. Su austeridad republicana en nada coincide con la opulencia con la que hoy los gobernantes han hecho de su forma de vida, un sinónimo auténtico de aristocracia ilegítima, es más ilícita.

A 100 años de su muerte, en otras latitudes, fue también que, por primera vez, en la historia mundial, se enfrentaba el poder que otorga la independencia institucional de la justicia, frente al del Presidente de EU. El caso Watergate era publicado el 18 de junio de 1972 en The Washington Post, se desmanteló una conspiración de espionaje a las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata en Washington. Richard Nixon, protagonizó la única renuncia de un Presidente en la historia de EU. La fortaleza del periodismo de investigación en un país con profundas creencias democráticas y de libertades, dieron un golpe mortal a la corrupción política empleada por el presidente de esa nación.

Los hombres del presidente, como se les denominó a los espías, eran exempleados de la CIA y otros, miembros de la campaña de reelección del presidente en funciones.

El patrocinio ilegal de recursos públicos para la campaña, fue información muy relevante como parte de diversas líneas de investigación que empantanaban cada vez más la carrera política de Nixon.

El mote Garganta Profunda, título de la primera película pornográfica exhibida públicamente en EU, fue utilizado por un personaje muy importante en el gobierno de EU, fue quien condujo la dirección de la pesquisa que los periodistas seguían para lograr el éxito alcanzado. Un gran logro del cuarto poder. Se inauguraba una tendencia mundial en el periodismo de investigación y de la prensa de análisis crítico, que en estas fechas, en México, sigue siendo un tabú. A reconocidos comunicadores los han censurado como a Carmen Aristegui y Leonardo Curzio.

El uso de recursos públicos para investigar adversarios políticos fue el gran escándalo por el que Richard Nixon tuvo que renunciar. Igual que aquí.

El asedio gubernamental contra el medio de comunicación fue brutal, sin embargo, la partida se ganó, ya que en todo momento los distintos entes de poder fáctico, así como un Senado digno, no tuvieron opción, a pesar del triunfo en la reelección presidencial; dimitió.

Nixon declaró antes de renunciar: “Es algo que aborrecen todos los instintos de mi cuerpo. Sin embargo, como Presidente debo anteponer los intereses de América”.

Garganta Profunda, era Mark Felt, un director del FBI. Una institución, autónoma, independiente y con gran credibilidad y respaldo social.

Ésta es una de las grandes oportunidades que el nuevo régimen que encabezará Andrés Manuel López Obrador, debería asumir, decretar otro año de Juárez para mantener y refrescar la memoria del país, donde no sólo el servidor público debe ser admirado y reconocido inmortalmente, sino donde la independencia y la gallardía nos deben convertir en un leal patriota como lo fue el director Garganta Profunda.

                Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM

 

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