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Escuela de las Américas

Ricardo Pascoe Pierce

Ricardo Pascoe Pierce

En el filo

La Escuela de las Américas operó en bases estadunidenses en Panamá, desde su fundación en 1946 hasta 1984, cuando fue trasladado a Fort Benning, en el estado de Georgia.

Más de 64 mil soldados de todos los países latinoamericanos han sido entrenados en tácticas de contrainsurgencia, tortura de disidentes y espionaje e inteligencia. Sus manuales de tortura son considerados clásicos en la materia.

En 2001, la escuela cambió de nombre por Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad. Lo hizo para tratar de borrar la negra historial que lo perseguía, pero no cambió ni de propósito ni de enseñanzas.

Los egresados de la Escuela han participado en todas las operaciones contrainsurgentes que se han realizado en América Latina durante las últimas ocho décadas.

Desde México hasta la Patagonia, sus egresados han aprendido no sólo a torturar para extraer información, sino también han practicado el exterminio y genocidio como recurso de control político para el resguardo de los intereses de las clases dominantes en cada país y los intereses estadunidenses en general en toda la región.

Muchos de los dictadores militares de América Latina han salido de sus salones.

Desde Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, sus golpistas fueron entrenados en Panamá.

Pero donde no hubo necesariamente militares golpistas, pero sí regímenes autoritarios, como Colombia, Venezuela, República Dominicana y México, la presencia de sus egresados era patente.

Ningún país de América Latina, con la excepción de Cuba a partir de 1959, se ha salvado de tener egresados en activo de la Escuela de las Américas.

En el caso mexicano, los lazos entre la Escuela de las Américas, la CIA, agentes de la Dirección Federal de Seguridad, dependiente de la Secretaría de Gobernación, militares en activo y operadores del narcotráfico se consolidaron durante la presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado.

Apoyaron con entrenamiento y entrega de armamento a los Contras enfrentados al régimen sandinista en Nicaragua.

Pero los lazos institucionales entre el Ejército mexicano y la Escuela de las Américas habían empezado antes.

Es importante conocer la historia de la Escuela de las Américas porque el nuevo comandante de la Guardia Nacional mexicana, el general brigadier Luis Rodríguez Bucio, es uno de sus egresados.

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