Al ir pasando semana con semana, nos debe quedar claro que las tareas de desnazificar y desmilitarizar Ucrania han ido cambiando sus sentidos, significados, motivos y resultados esperados. Lo que se preveía como una desnazificación y erradicar a los nazistas o banderistas ucranianos, ahora parece tornar hacia el sentido de una “desucranización”.
La desucranización es la acción que está realizando Rusia en cada ciudad bombardeada, tomada, devastada, saqueada y aniquilada por sus tropas enviadas. La desnazificación preveía eliminar a los nazistas que vivían y controlaban Ucrania, pero ante los fracasos de los rusos, la desesperación invasora, el no encontrar nazis y la defensiva de la población o las tropas ucranianas, se tomó la decisión de hacer pagar a todos los que se resisten a una liberación totalmente falsa.
La desucranización es la motivación de ver a un país en ruinas y pidiendo clemencia ante el error de haber decidido no seguir bajo la influencia del régimen moscovita. Al igual, es un acto que pretende hacer sufrir no sólo a la generación que vive esta guerra, sino también a las siguientes generaciones que les toque vivir en un país donde su soberanía, identidad nacional, nombre y Estado, sean eliminados por completo.
Ante todo esto, la encomienda es y ha sido matar civiles, destruir estructuras civiles, ciudades completas y fomentar el miedo, bajo la atroz mentira de declarar que son los mismos ucranianos quienes cometen dichas acciones en contra de sus connacionales. Prácticamente, los rusos se escudan de una manera cínica y cobarde, pero muy inteligente al realizar crímenes de guerra, mediante el uso excesivo de propaganda falsa y el instrumento de culpar en todo momento a las fuerzas ucranianas que sólo pretenden defender sus territorios.
Si usted se ha dado cuenta, Rusia en todo momento miente o niega que haya realizado crímenes de guerra, aunque existan pruebas contundentes, llamadas encriptadas, testimonios en entrevistas, videos e imágenes con evidencias precisas y respaldadas con tecnología de geolocalización donde exactamente se realizaron bombardeos, masacres y entierros en fosas clandestinas.
¿Cuál es la respuesta ante un posible crimen de guerra perpetrado por Rusia? Es falso, es actuado, fue hecho por los británicos, se movió la mano, fueron los ucranianos, son mentirosos, son nazistas, etcétera.
Los ejemplos de las atrocidades y los testimonios en Bucha, Mariúpol, Irpín, Járkov, Región de Kiev, Melitópol, Kramatorsk y otras ciudades, son claros vestigios de lo que expongo en este espacio semanal.
Al final, pareciera que Rusia se ha olvidado de lo que verdaderamente pretendía con invadir Ucrania. Pareciera que Rusia se está convirtiendo en un país que vive un proceso de nazificación con sus extremismos, sus ideologías totalitarias, sus mentiras y sus símbolos de las letras Z, V, O, que tanto asemejan al nazismo que comenzó la Segunda Guerra Mundial. Lo que tanto odiaba Rusia, es prácticamente en lo que se ha convertido.
Hoy, la población rusa es cómplice y criminal por apoyar los crímenes que está cometiendo su país en Ucrania. Hoy, Rusia se ha vuelto un peligro para la estabilidad y paz mundial. Hoy, Rusia miente discriminadamente y es exhibido internacionalmente con datos reales. Hoy, Rusia esconde sus actos, al censurar y pasar leyes que afectan a la transparencia de la guerra.
No hay forma de justificar lo que vemos en esta invasión. No hay forma de seguir defendiendo a Rusia.