Focus VII. El camino

Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe afrontar frente al destino para decidir su propio camino. Viktor Frankl La RAE define camino como la tierra hollada por donde se ...

Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa:

la última de las libertades humanas -la elección

de la actitud personal que debe afrontar frente

al destino para- decidir su propio camino.

Viktor Frankl

La RAE define camino como la tierra hollada por donde se transita habitualmente (...), también como la dirección que ha de seguirse para llegar a algún lugar, como modo de comportamiento, adecuación al fin que se persigue o, bien, como medio o arbitrio para hacer o conseguir algo.

Qué claro parece el camino cuando se le define como concepto, como idea, y qué confuso resulta tantas veces en la práctica nombrarlo... La mente es muy poderosa y es capaz de trazar esas rutas casi perfectas, pero la vida... la práctica de la vida nos demuestra que quizás esos trazos no han sido más que fallidos bosquejos, a veces porque la realidad supera los paisajes, otras porque los desdibuja... al final, no creo que haya caminos elegidos y perfectos, prefiero pensar que hay mentes flexibles, corazones sinceros, mentes realistas y voluntades imperturbables que van haciendo su propio camino para llegar a ese lugar... ese lugar que también puede ser efímero y sorprendernos.

A estas alturas de mi vida puedo asegurar que no hay caminos únicos ni lugares certeros... la realidad siempre es capaz de superarlo todo. Hay personas que tienen muy claro su camino y el lugar al cual deben llegar, y van a marchas forzadas, equipadas hasta los dientes, y con un sinfín de mecanismos sofisticados para no perder jamás el rumbo ni su visión; las hay también, que a duras penas se mantienen en un camino y continuamente deciden ir cambiando su elección; las hay que sólo transitan por los menos complicados, otras que lo hacen por los más complejos y las hay también que están sólo por estar, esperando encontrar un incauto que las lleve a sus espaldas; existen las que hacen su propio camino... La vida se transita de muchas formas, y ninguna es ni buena ni mala, cada cual elige la suya... ése es su deber y su derecho. He visto esa ansia, el hambre insaciable de comerse el mundo y la vida, y en ese deseo he visto también el profundo abandono de los pequeños detalles, de la falta de paciencia y de observación, elementos indispensables para la felicidad... Se les olvida que la inmediatez es el embeleco que impide disfrutar de la vida.

Paciencia, observación y el cuidado en los pequeños detalles. Los caminos no son seguros, las metas finales, los objetivos, todo puede cambiar todo el tiempo, necesitamos una guía, sí, pero necesitamos mucho más que eso... necesitamos una excelente actitud para poder transitar los caminos que podamos elegir y los que nos toquen, según las circunstancias, al final, lo que importa es asumir que las cosas pueden cambiar y que sólo podemos hacer lo mejor que podamos diariamente y con la seguridad y el firme compromiso de seguir adelante pase lo que pase. Por eso hoy le invito a disfrutar del camino, de los caminos, de los elegidos, de los asignados, de los necesarios, de los complicados, de los obligados y de los más simples, no importa cómo vengan, tómelos, abrácelos con fuerza y haga de ellos lo mejor que pueda hacer: disfrútelos y vívalos. No se aferre a nada, mucho menos al pasado, deje de cargar con lo que ya no necesita, renueve, reinvente, renazca en cada etapa del camino; viaje ligero, deténgase... disfrute, no está sólo en su camino, todos vamos en él con nosotros mismos, llévese bien; aprenda a convivir con los silencios, y permítase sentir; comparta con las personas correctas, conserve a los mejores hasta el final, enamórese, pierda el miedo, arriésguese, y nunca dé por sentado nada.

La vida se trabaja, los caminos se buscan, si no existen, se labran, se hacen, se caminan, usted no necesita seguir los caminos de nadie, haga los suyos a su estilo, con su propia personalidad y significado, enfóquese en ellos con todo el amor que pueda y transite a la velocidad, el ritmo y la cadencia que le plazca porque... no sabemos cuánto dure ni si llegará al lugar deseado o a un lugar mucho mejor o no... sólo manténgase en un punto que le permita un campo de visión completo, flexible y adecuado a su esencia. Recuerde que su vida se escribe en esos caminos, si alguno no resulta adecuado, cambie; no habrá fracasado ni se habrá equivocado, simplemente necesita algo más y es de valientes reconocer lo que se quiere y se necesita. No se esclavice a ningún camino ni al camino de nadie, su libertad, su dignidad y su autonomía no son alfiles de intercambio. Deje de vivir de prisa, deje de mirar la vida con anteojeras sólo de frente. No se pierda jamás el espectáculo de la vida, que no es otro que el que está en esos caminos, vuélvalos fascinantes, vuélvalos suyos, hágalos propios y si llega a dónde había planeado... ¡maravilloso!, si no... ¡deje que la vida lo sorprenda! Como siempre, usted elige.

¡Felices caminos, felices vidas!

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