Octubre rosa sin ser “color de rosa”; el verdadero color del cáncer de mama

Por Kenji López Cuevas Hoy, en México, recibirán el diagnóstico de cáncer de mama 85 mujeres, aproximadamente. Habrá madres, tías, hermanas, hijas, abuelas, sobrinas, esposas, vecinas y amigas en esta cifra. Cada una con una historia diferente, residiendo en una zona ...

Por Kenji López Cuevas

Hoy, en México, recibirán el diagnóstico de cáncer de mama 85 mujeres, aproximadamente. Habrá madres, tías, hermanas, hijas, abuelas, sobrinas, esposas, vecinas y amigas en esta cifra. Cada una con una historia diferente, residiendo en una zona distinta, con diferencias en ingresos económicos, pero compartiendo, por un lado, el mismo sentimiento: angustia, y, por otro lado, el mismo deseo: vivir. Este mes se pinta de rosa, pero no todas son historias “color de rosa”.

De acuerdo con el Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente en México se diagnostican más de 207 mil nuevos casos de cáncer, de los cuales, 31 mil corresponden a cáncer de mama, el tipo de cáncer más frecuente entre la población de mujeres y el que genera el mayor número de fallecimientos: 22 defunciones por día. El hecho de que entre 70 y 80% del cáncer de mama se diagnostique en etapas avanzadas marca la diferencia.

Sí, el cáncer de mama es curable en más de 90% de los casos cuando se detecta a tiempo. Autoexploración, mastografías, ultrasonidos y revisiones médicas periódicas son clave para acercarnos a este porcentaje. Y sí, también es necesario contar con un diagnóstico temprano y acceso a tratamientos integrales para lograr la recuperación de la salud de las pacientes.

¿Es lo mismo padecer cáncer en Estados Unidos o en algún otro país de altos ingresos que recibir el diagnóstico en un país de ingresos bajos y medianos, como México? Definitivamente no. La OMS afirma que la mortalidad por cáncer de mama aumenta en países de ingresos bajos y medianos por razones que incluyen: escasez de programas de detección; insuficiencia de programas educativos sobre concientización respecto a la salud mamaria; falta de datos de registro de cáncer de mama con base poblacional; carencia de acceso a la terapia sistémica; detección en etapas avanzadas de la enfermedad; baja conciencia comunitaria respecto a que el cáncer de mama es curable, entre otros.

Transitar del concepto de gasto y comenzar a hablar de inversión es clave al tratar el cáncer. De acuerdo con el estudio Análisis del Presupuesto en Salud rumbo a 2030 del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la suma de acciones específicas asociadas a la prevención y atención del cáncer de mama en la Secretaría de Salud ha pasado de 582.2 millones de pesos del 2018 a 376.5 millones de pesos en 2024, lo que, de acuerdo con el mencionado estudio, significa una reducción de 35.3% en términos reales.

En México trabajamos por impulsar marcos regulatorios efectivos que mandaten la creación de un Programa Nacional para la Atención del Cáncer, a través de un instrumento jurídico que debe ser discutido y aprobado en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores: una Ley General de Cáncer que brinde certeza, transexenal, en la atención de esta enfermedad. La presentamos en la LXV Legislatura y careció de dictamen. Próximamente, remasterizada, enriquecida y acotada, pero salvaguardando los elementos indispensables para atender este padecimiento, la presentaremos de nueva cuenta con el respaldo de un grupo amplio de legisladoras y legisladores de la actual LXVI Legislatura, quienes compartimos objetivos en común: aumentar la prevención, promover la detección temprana, incrementar la sobrevida y disminuir la tasa de mortalidad por cáncer.

Tenemos alta expectativa en la voluntad de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ha hecho énfasis en modernizar el sistema de salud, incorporar los conceptos de salud digital e impulsar una cultura de prevención, que permitan identificar factores de riesgo genéticos o ambientales. Confiamos también en quienes están a cargo de la atención de esta enfermedad en la actual administración, entre ellas y ellos: David Kershenobich, Zoé Robledo, Óscar Arrieta, Alejandro Svarch y, por supuesto, Martha Zapata.

Es tiempo de las mujeres y tiempo de aumentar la atención hacia las mujeres. Es tiempo de proteger a las que sufren mayor vulnerabilidad, a las que provienen de nuestros pueblos indígenas y afromexicanos. Es tiempo de lograr salvar a más de 80 de las 85 mujeres que hoy recibirán el diagnóstico de cáncer de mama. Desde la sociedad civil cuentan con nuestro trabajo, experiencia, profesionalización, unidad y entusiasmo inquebrantable para vencer, juntas y juntos, a un enemigo que tenemos en común: el cáncer.

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