Ciudad de México: la ciudad “inteligente” olvidada
Los dos debates se han centrado en temas de economía, agua y transparencia, y sólo en el primero los candidatos mencionaron la ciudad como “inteligente”. Históricamente, no hemos tenido ni un liderazgo ni una conversación constante donde la estrategia sea convertir nuestra capital en una Smart City. Las propuestas se han centrado en el fomento económico...
Por María José Salcedo
A menos de dos meses del 2 de junio, no hay una estrategia integral por parte de los candidatos a la Jefatura de Gobierno para que la capital del país avance como una ciudad inteligente, que cumpla con los objetivos de desarrollo sustentable de la Agenda 2030.
Este pasado 21 de abril tuvo lugar el segundo debate de los candidatos a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Curiosamente, en dicho día, se celebró el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación; cualidades vitales de los líderes que buscan hacer de sus ciudades, una ciudad inteligente.
En la Fundación Friedrich Naumann hemos promovido las ciudades inteligentes desde hace más de seis años, por lo que la manera en la que las y los candidatos entienden la importancia de construir este tipo de espacios nos resulta un tema relevante, sobre todo cuando pretenden gobernar la sexta ciudad más poblada del mundo.
Una ciudad inteligente puede entenderse a través de cinco posibles áreas: Ciudad StartUp para potenciar el ecosistema emprendedor y la facilidad para hacer negocios atrayendo capital; Ciudad Móvil con diversidad de transporte público, ciclovías y peatonalización, dejando menos espacio al automóvil; Ciudad Accesible, donde la oferta de servicios públicos es de calidad y se mejoran los espacios públicos; Ciudad Resiliente al cambio climático, generando áreas verdes, sistemas de mejora del agua y manejo de residuos; y Ciudad Transparente, en la que se apunta hacia la digitalización para reducir la burocracia y la corrupción.
¿Qué tan inteligente es la Ciudad de México? Sin duda ha habido buenas prácticas internacionales en temas de movilidad y peatonalización de calles como Madero y Masaryk. El sistema de movilidad integrada de Metrobús, Trolebús, tren ligero, Metro, así como los más de 300 kilómetros de ciclovías y carriles de bicicletas han revolucionado la interconexión de una forma en la que no muchas otras ciudades en América Latina lo han logrado. Además, la Agencia Digital de Innovación Pública también ha sido un claro avance para digitalizar trámites a través de la simplificación administrativa.
Los dos debates se han centrado en temas de economía, agua y transparencia, y sólo en el primero los candidatos mencionaron la ciudad como “inteligente”. Históricamente, no hemos tenido ni un liderazgo ni una conversación constante donde la estrategia sea convertir nuestra capital en una Smart City. Las propuestas se han centrado en el fomento económico y de atracción de inversión a innovaciones tecnológicas, sin proponer cómo se lograría generar una Startup City. Como ciudad móvil, urge ejercer el presupuesto en mantenimiento de las líneas del Metro y seguridad de la red vial. El componente de Ciudad Accesible es preocupante, ya que servicios públicos como seguridad, salud y educación parecen ser laberintos sin salida desde hace décadas. Y, por último, en cuanto a Ciudad Resiliente, de acuerdo con el Inegi, tan sólo en 2021 la Ciudad de México fue responsable de 14% de residuos generados en el país, y seguimos sin estrategias claras. Peor aun es la situación del agua, cuyas propuestas continúan sin una clara implementación o financiamiento.
Una ciudad inteligente es aquella donde a sus ciudadanos les es inteligente vivir. El 2 de junio elegiremos a la persona que tendrá la responsabilidad de cumplir con los últimos seis años de la Agenda 2030 y que tendrá la tarea de gestionar uno de los polos más importantes de América Latina. En sus manos estará la responsabilidad de que la Ciudad de México continúe siendo una ciudad inclusiva y de derechos, pero con servicios públicos de calidad, desarrollo económico y regeneración de sus recursos y la mejora en la calidad del aire.
La candidata Clara Brugada constantemente apunta en su discurso el aprovechar el “Mexico’s Moment”, mientras que Taboada y Chertorivski apuntan a políticas públicas y reformas institucionales. Una estrategia de ciudad inteligente debe ser integral y a largo plazo, siendo retomada por todos los tomadores de decisión, aún ante cambios de administración. Como ciudadanos, nuestro poder de decisión es clave, pero nuestra labor no termina el 2 de junio, debemos exigir siempre mejores prácticas de Smart Cities, porque, al final, somos nosotros quienes hacemos ciudad.
