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No fue el covid

Miguel Ángel Godínez García

Miguel Ángel Godínez García

Alto mando

Si bien el virus que somete al mundo ha cambiado la vida humana en todos los ámbitos, lo que vimos, pero, sobre todo sentimos, iba más allá de la presencia de un virus que nos mantiene en zozobra. Ni la imponente iluminación de edificios que rodean a Palacio, ni la silueta de la República en la plancha del Zócalo, pudieron hacernos sentir que festejábamos la noche Patria.

La figura del Presidente y la sonrisa desdibujada de la primera dama, fueron la perfecta representación de la desesperanza y el desánimo de los mexicanos, que opacó la gran antorcha, símbolo de esperanza que él mismo está lejos de sentir. Los pasillos del Palacio fueron testigos de un silencio incómodo que ni siquiera los pasos de la pareja pudieron interrumpir. Sin duda, porque así lo mostraba su rostro, fue un día muy difícil para el Presidente de México, él sabe que no sólo las circunstancias de la pandemia se interpusieron en la tradicional alegoría del pueblo mexicano.

Entre el estado feliz, feliz, feliz, al que tanto recurre el mandatario y la realidad actual de su pueblo, existen razones de peso para no estarlo. En su rostro se podían leer los más de 70 mil muertos por la estrategia calificada como catastrófica por quienes tienen autoridad en el tema dentro y fuera del país, su pésima relación con feministas que permean a todas las mujeres, niños con cáncer sin tratamiento, falta de medicamentos y recursos hospitalarios. La preocupante corrupción en su administración y la de su propio hermano, opacaron su habitual entusiasmo.

Su gesto mostró la ingobernabilidad en el país en donde su joven corporación, la GN, es atacada no sólo con piedras y palos, sino con señalamientos y acusaciones. Su rostro no pudo ocultar al país que se le va de las manos. Un momento que sin duda recordaremos, fue el espectáculo pirotécnico al ritmo de la música tradicional de cada estado que acentuaba la soledad del palco presidencial frente a una plaza vacía. Indudablemente fue mucho el esfuerzo de todos los implicados en la organización, empezando por la Sedena, que colocó un impresionante cerco de seguridad implementado días antes por la falsa amenaza de un atentado contra Sheinbaum, que logró revelar la capacidad de reacción de las FA frente a un connato, que, también podría poner en riesgo a la figura presidencial.

Sin embargo, como suele seguir a la noche del Grito, la presencia impecable del Desfile Militar levanta el ánimo, a pesar de las circunstancias lograron mostrar su mismo rostro, el de la disciplina, la lealtad y el valor. Una columna comandada con orgullo por el Gral. André Georges Foullon mostró a unas FA que logran dejar a un lado la adversidad para mostrar el espíritu de cuerpo con el que cumplen cada día con su deber. Un Ejército y Marina que muestra su capacidad humana y su impresionante infraestructura militar.

Conmovedores los momentos en que los aviones de la FA desprenden en los cielos un humo blanco en honor al personal médico de la primera línea en esta pandemia y el que no mereció un viva de los 20 que dio el Presidente la noche anterior. Las piloto aviador Tte. Miriam Martínez y Carolina Paola fueron muestra del compromiso de equidad y libertad de la que goza la mujer mexicana en las FA. Pese a lo breve y minúsculo espectáculo, lograron mostrar su poderío bélico y humano. Esto no es más que el resultado de su capacidad de planeación, organización y  coordinación que lo hace la Gran Fuerza de México.

 

 DE IMAGINARIA

La Cámara de Diputados propone reformas a la ley para otorgar el control administrativo a la Semar de Puertos, Educación Náutica y de la Marina Mercante. Se libra orden de aprehensión para Jesús Orta y Frida Martínez por delincuencia organizada, lavado de dinero y peculado.

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