Declaración de guerra
Formando parte del Tour de Cine Francés, que es una de las mejores oportunidades de ver buenas películas de ese país que llegan tarde o definitivamente no llegan a la cartelera comercial, se estrenó el viernes pasado Declaración de guerra La Guerre est Déclareé, ...
Formando parte del Tour de Cine Francés, que es una de las mejores oportunidades de ver buenas películas de ese país que llegan tarde o definitivamente no llegan a la cartelera comercial, se estrenó el viernes pasado Declaración de guerra (La Guerre est Déclareé, Francia 2012). Para beneficio de los habitantes del norte de la Ciudad de México se exhibe únicamente en un complejo cinematográfico de esa zona. Lástima, sin ser una gran película sí es una buena opción para los que no quieren ver El hombre de acero o ya la vieron.
En Declaración de guerra estamos ante un drama familiar que además recrea la peor pesadilla para los padres: la enfermedad de un hijo. En el cine hay una fuerte tendencia a representar esta circunstancia de manera lacrimógena y un ejemplo muy bien escrito y actuado es Un milagro para Lorenzo (Lorenzo´s Oil, Estados Unidos, 1992), con Susan Sarandon y Nick Nolte en la piel de un matrimonio que lucha contra el extraño y progresivo síndrome que padece su hijo. Esta película tiene además otra característica común a Declaración de guerra, pues ambas se basan en hechos reales que hacen más conmovedora la historia y su efecto emocional es mucho más intenso en el espectador.
Valérie Donzelli es la directora y junto con su pareja, Jérémie Elkaïm, son los guionistas e intérpretes de la familia en torno a la cual gira la trama en esta cinta francesa y cuentan con honestidad y sencillez su propia experiencia ante la enfermedad de su hijo.
Romeo y Julieta son una pareja que no pasa de los 30, se enamoran a primera vista y al poco tiempo tienen un niño, Adam. Pasan algunas carencias pero todo va sobre ruedas, se aman y son felices con su pequeño al que adoran.
A los pocos meses de nacido el bebé empieza a presentar síntomas extraños, llora constantemente, no tolera los alimentos y tiene una incipiente parálisis facial. La pareja de inmediato acude a los médicos que hacen un diagnóstico muy poco alentador y ahí empieza la larga y amarga experiencia que la pareja vivió en la vida real.
Me imagino que usted ya está pensando ¿para qué ir a ver una tragedia sobre niños enfermos? Déjeme que le comente que Declaración de guerra es un acercamiento totalmente distinto a ese tipo de dramas familiares que nos dejan agotados emocionalmente. Inauguró la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes de 2012 y se ha llevado varios reconocimientos en otros eventos.
Valérie Donzelli parece sentirse muy cómoda, dirigiendo, escribiendo y actuando en sus películas y es la segunda vez que lo hace. Aquí además trabaja con su pareja y cuenta una experiencia personal amarga. Tiene la virtud de optar por un tono si no ligero sí muy diferente a lo que hemos visto antes. Incluye una muy buena selección musical que va desde Mozart y Vivaldi hasta canciones románticas y rock.
De manera creativa y propositiva, Donzelli recorre los altibajos de su lucha contra la enfermedad del hijo y le da equilibrio al relato haciendo que la pareja tenga sus válvulas de escape bebiendo y bailando desaforadamente o abrazándose para llorar, corriendo por un parque o rodeándose de amigos y familia totalmente heterogéneos pero que hacen equipo para ayudarlos a enfrentar el drama.
Por momentos puede parecer chocante el excesivo optimismo de Romeo y Julieta pero también hay que ver que cada cabeza es un mundo y todos tenemos diferentes formas de afrontar el dolor y la pérdida. En una secuencia él le pregunta a ella: “¿por qué Dios nos mandó esto?”, a lo que ella contesta: “porque podemos superarlo”. Romeo y Julieta navegan entre la evasión, el enojo, la desesperación y el rechazo, pero nunca abandonan la batalla frontal para salvar la vida de su hijo.
Recomendable. 8/10.
