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No somos Vox

Laura Rojas

Laura Rojas

Agora

Una lluvia de críticas cayó sobre el PAN de la reunión que un grupo de senadoras y senadores sostuvo con Santiago Abascal, el líder del partido español Vox, para firmar la llamada Carta de Madrid, que compromete a los firmantes a luchar por las libertades y en contra del comunismo. Las críticas, hay que reconocer, están justificadas porque invitar a tu mesa a uno de los populistas de derecha más radicales, es un error que le dio a los adversarios del PAN la ocasión perfecta para escupir fuego.

Vox es un partido que aboga por el centralismo, el PAN históricamente y con mayor razón frente al actual gobierno, ha defendido al federalismo; Vox es un partido que ve la migración como una plaga, mientras que el PAN la entiende como la última opción de quienes buscan una oportunidad de vida para ellos y sus familias; en Vox militan mujeres que descalifican y minimizan la violencia de género haciendo de tontas útiles al sistema patriarcal que aún se resiste a reconocer los derechos de las mujeres, mientras que en el PAN nos sumamos a la causa de la igualdad entre mujeres y hombres.

Así que no, el PAN no se identifica con Vox como lo expresamos muchos a título personal y como lo hizo de manera institucional, tanto la dirigencia nacional como la Comisión Política, que, aprovechó para reiterar, lo que busca el partido es ubicarse en el centro del espectro ideológico.

 El PAN que nació en 1939 precisamente para plantarle cara a un PRI que emulaba a una dictadura, aunque guardando las formas democráticas, tiene de cara a la renovación de su dirigencia nacional el próximo 24 de octubre, pero sobre todo, de cara a las elecciones presidenciales de 2024, una enorme oportunidad de reflexionar sobre el partido que es y sobre el partido que las y los ciudadanos esperan que sea: un partido que defienda a las clases medias sin olvidarse de los más desfavorecidos, un partido que impulse a los emprendedores y trabaje para generar las condiciones para la competencia y el crecimiento económico, un partido comprometido con el medio ambiente, con un sistema de seguridad social, que hoy no tenemos, y con proveer a los mexicanos educación pública de calidad, un partido que combata seriamente la corrupción, que busque fortalecer las instituciones democráticas y comprometido con las libertades y derechos de todas y todos, incluyendo a las mujeres y a la comunidad LGBTTI+. Si queremos ser un partido de esperanza y de futuro, sobre todo para las y los jóvenes, tenemos que hacer esa reflexión e impulsar esa agenda desde los Congresos, donde tenemos presencia y desde los gobiernos que encabezamos.

Ante la oferta de ultraderecha y derecha radical de movimientos y líderes políticos, como lo fue Donald Trump o como lo es Jair Bolsonaro, AfD y Vox en Alemania y España, respectivamente, y ante los populismos de izquierda, como el que ahora tenemos en México o el que representa Pedro Castillo en Perú, una alternativa democrática con ideas claras y acciones consistentes es más que necesaria.

Como de realismo mágico, aún en medio de la lluvia de críticas hacia el PAN por la reunión con Vox, incluso por el propio Presidente de la República, el gobierno anunció que el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien apenas hace unas semanas persiguió y encarceló a los críticos del régimen frente a la mirada del mundo entero, asistirá a los festejos por el aniversario de la Independencia de nuestro país.

No olvidemos que los extremos se juntan en la cancelación de libertades y derechos, en el autoritarismo y totalitarismo y que tan peligrosa es la derecha radical como la izquierda autoritaria.

 

                * Politóloga e internacionalista.

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