Un don excepcional

El director de 500 días con ella regresa a las andanzas con un drama familiar en el que un tío debe hacerse cargo de su sobrina ante el fallecimiento de su hermana. Todo parece ir viento en popa hasta que se descubre que la niña es superdotada, hecho que genera que la custodia de la menor esté en riesgo.

Es cierto que el filme es manipulador, también que tiene reminiscencias a otras películas como Yo soy Sam, El campeón o Kramer  vs. Kramer, sin llegar a los niveles de ésta última; de una u otra forma la disputa por un infante siempre resulta atractiva para el espectador. Sin embargo, la química entre los protagonistas hace que la cinta salga adelante y pueda llegar a conmover, se percibe naturalidad y realismo en el conflicto a tratar.

Otro de los atributos a destacar del filme son los diálogos, pues hasta cierto punto pueden ser melosos, pero cumplen en función de la trama. A lo largo de la trama se maneja la cordura para establecer la situación de los protagonistas, aunque una de sus flaquezas son algunas subtramas que no aportan mucho y resultan innecesarias.

El don del filme es saber llegar al corazón del espectador, previsible sí, pero efectivo en lo emotivo del planteamiento, sobre todo para un país que ama el melodrama. La cinta apela por la familia, no importando la forma o la construcción, sólo la constitución basada en el amor.

Adrián Ruiz

DIRIGE

• Marc Webb.
   

ACTÚAN

• Chris Evans, Jenny Slate y Octavia Spencer.