Crímenes contra la humanidad

Comienzo a agotarme de escuchar los sesudos análisis de las personas con relación a las vacunas. Decenas de individuos con explicaciones tan absurdas como paranoicas de la inoculación.

Nunca falta el genio fatalista que parecería que siente un gozo indescriptible cuando se especula sobre alguna posible reacción secundaria, como los temidos coágulos por la vacuna de AstraZeneca.

Otros más que creen que pueden darse el lujo de escoger la nacionalidad de la vacuna que recibirán. Comparativos de cuál es la mejor vacuna. ¿Cuál será? A la que tengamos acceso, punto.

También tenemos a aquellos personajes con un ego desbordando que están convencidos, y convencen a otros, de que su existencia es tan relevante que todo se trata de un complot para “controlarlos”. ¿A qué clase de ente supranacional pudiera interesarle nuestras míseras vidas y actividades?

Los humanos somos muy imbéciles, sí, somos el único animal que, a pesar de su nivel de raciocinio, desarrollamos un nivel suicida altísimo o un elevado nivel autodestructivo.

Si a usted no le interesa su salud, está bien, probablemente tenga los recursos financieros, la fortaleza física y mental para soportar todo lo que conlleva el covid-19 ¡Felicidades, es usted un dios de Olimpo!

Pero sabe algo, no todos tenemos sus fortalezas, existimos otras personas más comunes y frágiles, que en casa tenemos adultos mayores, con enfermedades crónicas o sin un seguro de gastos médicos o la mínima seguridad social. 

Somos personas que sí nos cuidamos, que estamos hartos de no salir, de no vacacionar, de no ir a una fiesta o de no abrazar a aquellos que se llevó el virus.

Las personas que, absurdamente, creen que la vacuna no es segura, que tiene un trasfondo oscuro o que simplemente no creen en la vacunación, cometen un crimen deleznable contra millones de individuos que no tienen aún acceso a ellas.

Sí, usted que no está dispuesto a vacunarse, a pesar de la evidencia de que las vacunas tienen un bajo nivel de reacciones adversas, le recuerdo que este virus llegó para quedarse y puede matarle, si usted no se importa tanto, piense en las personas que le aman.

¿No fue suficiente un año de tragedia y muerte? ¿No le importan los millones de individuos que perdieron sus empleos y viven en la miseria? ¿No conoce familias totalmente rotas por la muerte de un miembro?