Otro naufragio
No se pide que un artista ponga el pecho para detener las balas, pero el silencio también huele a indiferencia
La Orquesta Filarmónica de Boca del Río (OFBR) enfrenta una tormenta que dejará daños irreversibles en su estructura. No lo digo sólo por el recorte salarial del 50% impuesto a sus músicos, sino porque los despidos no cesan y la deserción de atrilistas ya impacta en la plantilla que dirige Jorge Mester.
El pasado 2 de julio tuve contacto con Mester para conocer, de primera mano, la situación de la orquesta, porque no es lo mismo trabajar con 62 integrantes que con 40. Entonces me solicitó las preguntas por escrito, pero, a 50 días de la solicitud, el titular prefirió callar y ver el desmantelamiento de la agrupación. No se pide que un artista ponga el pecho para detener las balas, pero el silencio también huele a indiferencia.
Sólo el pasado 13 de agosto, 10 músicos fueron despedidos de la OFBR. Uno de los afectados, quien pidió reservar su nombre, compartió con este espacio la llamada donde le informaron de su cese.
–Maestro, mi llamada es para comunicarle que a partir del día 14 de este mes se le dará de baja de la orquesta, dice la voz de Hazael López Santos, jefe de personal de la OFBR.
—Disculpe, pero ¿por qué razón?, replica el atrilista.
—Es lo que está revisando el ayuntamiento (de Boca del Río), por el cierre de administración.
El artista argumenta que no comprende el motivo y que, tras siete años de trabajo responsable, lo destituyan sin argumentos.
—Debería haber alguna razón para mi despido.
—Sí, maestro, siento comunicarle la noticia.
—¿Así nada más… de gracias y ya?
—Si necesita más información, puede pasar al jurídico, con Jorge Elizalde.
Los músicos fueron cesados por teléfono, sin explicación ni liquidación. ¿Su pecado?: firmar una demanda ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje del Poder Judicial de Veracruz, tras la reducción de sus sueldos.
En teoría, la OFBR retomaría sus ensayos el 6 de septiembre, pero Jorge Mester informó a los músicos sobrevivientes que el Foro Boca volvió a cerrar sus puertas y que no retornarán. “Me duele (en) el corazón informarles que será imposible reanudar nuestras actividades a partir de septiembre. En las próximas semanas deberá ocurrir una reunión con las nuevas autoridades municipales para precisar detalles de contratación, fechas y demás”, se lee en el mensaje.
INTOLERANCIA
Al camarada Marx Arriaga no le agradó el artículo que Christopher Domínguez Michael publicó en Letras Libres (31/07/2021), Lo que Karl Marx leía (t.ly/jKDT), donde cierra con el siguiente comentario:
“Los palurdos con el dinero del Estado para distribuir y recomendar la liberación mediante la lectura son peligrosísimos. No menospreciemos a nuestro pobre Marx (Arriaga): no dejemos pasar su amenazante desprecio por el lector creativo y vivo. Por el lector irresponsable, sobre todas las cosas, ante el poder y sus anatemas”.
Lo digo porque el pasado miércoles, en un diplomado de la UNAM, Marx revivió su discurso Formación de docentes lectores en la Escuela Normal y, desde la seguridad de la pantalla, criticó a Domínguez Michael:
“Puedo asegurar que en ningún momento de aquella charla se amenazó a alguien o se despreció alguna actitud o práctica de lectura. Los mismos colegas normalistas no lo hubieran permitido y censurarían algo así. Sin embargo, no sólo preocupan las afirmaciones de aquel miembro del Colegio Nacional que, por cierto, también recibe dinero del Estado, la sesgada opinión que expone, sino el odio y la intolerancia de sus palabras”.
Imagino que al camarada Marx le encantaría ser miembro de El Colegio Nacional y sostener apasionadas tertulias con Domínguez Michael y Juan Villoro o con historiadores como Enrique Krauze y Javier Garciadiego; pero entonces se ganaría el mote del Neymar de la cultura, debido a sus exageradas caídas.
