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Letargo

Juan Carlos Talavera

Juan Carlos Talavera

Vórtice

La Secretaría de Cultura es un elefante blanco vestido de huipil que luce adormilado y sus funcionarios, que no logran espabilarse, viven en un estado de letargo so pretexto de la pandemia. Es como si funcionarios y dependencias hibernaran o experimentaran secuelas por covid-19 y tuvieran problemas para respirar.

En su primer año, la secretaria Alejandra Frausto apostó por la “innovadora” idea del diagnóstico para actualizar las políticas culturales de una institución que no cuaja. Luego pidió un tiempo de gracia para revelar los resultados y, en ese trance, intentó cambiar la orientación del río y modificar las reglas de programas ya probados. Entonces llegó la pandemia y su evaluación quedó en anécdota, mientras cada uno de sus programas sufría daltonismo, taquicardia y problemas de circulación (de recursos), para dedicar el tiempo a promover méritos ajenos.

Por ejemplo, la apertura del Complejo Cultural Los Pinos fue un acierto presidencial, aunque el espacio sigue sin aprovecharse al máximo; el Paseo de las Heroínas lo lleva Cultura de la CDMX, el Proyecto Chapultepec es una interrogante (sin plan maestro) que se gesta desde la secretaría capitalina y el Tren Maya es llevado por Turismo. La SC federal tampoco organiza festivales, no impulsa la lectura ni edita libros, pues dejó ir la Dirección General de Publicaciones (DGP), que no termina por llegar al Fondo de Cultura Económica (FCE). Su anuncio más mediático fue la sanción impuesta a la extitular María Cristina García Cepeda, por 59.3 mdp y 10 años de inhabilitación, pero fue obra de la Secretaría de la Función Pública y es un tema pendiente que ha sido impugnado.

La pregunta es: ¿qué hace la secretaria Frausto todo el día? No puede ser que sólo se dedique a lanzar convocatorias, entregar instrumentos en Oaxaca, llenar eventos con funcionarios, indignarse por las subastas de arte prehispánico en Francia y promover el arte popular desde el atril, duplicando funciones con la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas. ¿Alguien puede nombrar cuál es el gran programa de la administración Frausto?

Su gestión se consume como una cerilla y no se le ven ganas de emprender algún foro de reflexión sobre la Conquista y la Independencia de México, con historiadores y arqueólogos de primera línea, como Javier Garciadiego, Enrique Florescano, Eduardo Matos Moctezuma, Federico Navarrete, Concepción Company y María Castañeda, entre otros.

No la vemos armando la relectura del Paseo de la Reforma ni en exposiciones virtuales dedicadas al centenario del muralismo mexicano o a la obra de Vicente Rojo, Francisco Toledo y Manuel Felguérez. No olvidemos que dejó el año Beethoven para 2021 y que no hubo homenajes para Gabriel García Márquez ni Octavio Paz. No es posible que la SC dedique el tiempo a difundir estampitas en redes sociales y que con eso crea cumplir con un trabajo histórico y decoroso. ¿Será que piensan en desaparecer esta dependencia y convertirla en un apéndice de Turismo?

APUNTE EFÍMERO

EN LA ENAT. Hoy, las alumnas de la Escuela Nacional de Teatro (ENAT) leerán una lista de peticiones para resolver las agresiones (violaciones, acoso sexual y abuso) por parte de estudiantes, docentes y personal de la institución. Ojalá que el INBAL tenga la voluntad de atender el tema y no minimice ni tome a la ligera estas denuncias.

LA AMA-UNAM. Mañana se difundirá, en redes sociales, el testimonio de la joven violinista Mariana Cervantes, estudiante de la Facultad de Música de la UNAM y exintegrante de la Academia de la Música Antigua (AMA-UNAM), quien recuerda que, a más de un año de denunciar discriminación y violencia por parte de Jorge Cózatl, extitular de la Academia, y pedir audiencia con Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la Universidad, no ha recibido respuesta.

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