“Borlote mediático”

El atraso en los pagos a 88 trabajadores del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) –antes Fonca–, que dirige Juan Carlos Bonet, obliga a reflexionar sobre la importancia de solventar un tema que debiera alcanzar el rango de violencia laboral. ¿Acaso es normal que un prestador de servicios profesionales sume casi cuatro meses sin paga?

Quizá Bonet imagine que estos trabajadores son hijos de familia, sin responsabilidades y a quienes el vecino les paga la renta y los servicios. Ayer, en medio de la crisis, se reunió con ellos en el Complejo Cultural Los Pinos e intentó mostrarse empático, pero fue dominado por la presión.

Por ejemplo, cuando interpeló a un trabajador que grababa sus palabras mientras prometía que los pagos, ahora sí, llegarán el miércoles 28 de abril:

“¡Por favor!, no veo necesidad de filmar”, dijo Bonet. “Está bien, ya está borrado”, replicó el trabajador. “No sé si lo borres, pero no entiendo, ¿eres de prensa?” “No, soy compañero”. “¿Y por qué me filmas?”, insistió. “Me interesa mucho este proceso”. “¿Y no te basta con oírlo? ¿No te parece elegante decir: perdóneme, lo puedo grabar?”, acusó Bonet. “¿Y lo puedo grabar?”, reaccionó el trabajador. “¡No!”.

Entonces una trabajadora terció: “Tampoco tendría nada de malo”. “Tampoco tiene nada de bueno. A la gente que uno filma, para empezar, hay que preguntar, porque esto no es una rueda de prensa, es una reunión entre colegas (…) No está bien que me filmes sin mi autorización.  Esto no puede ser un borlote mediático… Yo no me presto a eso. Si quieren que hablemos, hablemos; las respuestas se las puedo dar yo, no la prensa”.

Al parecer Bonet ha olvidado que es un servidor público. Pero ahí no quedó todo y su alocución no convenció ni a los muertos: “Aunque lo tomen mal, les ofrezco una disculpa por este retraso, porque entiendo, igual que ustedes, que la gente necesita su salario y su dinero para dignificar su vida, lo entiendo perfectamente”.

Y justificó el retraso en los pagos: “hay inconvenientes e imponderables en todos los procesos administrativos”. Luego culpó a la SHCP y, al estilo de Luis Videgaray, confesó que vino a aprender: “Hay una cosa bien particular sobre la primera contratación de servicios profesionales en esta nueva administración que tenemos, no por desconocimiento, sino por inexperiencia de operar bajo este sistema, que no lo sabían muchas áreas y lo hemos ido aprendiendo”.

Basten las palabras del propio Bonet para ubicar su conocimiento sobre el tema. Lo que preocupa es que este sistema se replica una y otra vez. Desde la Fonoteca Nacional y la ENAH, hasta el INAH y los artistas independientes que, en 2019, formaron el movimiento #NoVivimosDelAplauso.

Estas señales revelan que la administración Frausto pasará a la historia como la era de la imprevisión y del pago rezagado, del tortuguismo administrativo y de la promesa que no fue. Y si su gestión debiera revisarse sobre una cancha de futbol, se ubicaría sobre la superficie de un campo llanero, sin árbitro y con futbolistas que cobrarán medio año después.

Para cerrar la semana, recordamos que la UNAM también tuvo su momento de bochorno, luego de cancelar el proyecto Escrituras en el cielo. Poemas dibujados con luces en el cielo nocturno de la CDMX

–anunciado por Jorge Volpi, el pasado 13 de abril–, una idea interesante que proyectaría, mediante un sistema de luces generado por drones, textos de Raúl Zurita, Maricela Guerrero, Ruperta Bautista y Luis Felipe Fabre.

Ustedes lo saben, la iniciativa fue suspendida de último momento por falta de permisos aeronáuticos. ¿No era obligación de Casa del Lago corroborar que todo estuviera en orden y evitar el baile del Son Burlesco? ¿En verdad procederán legalmente contra la empresa –cuyo nombre han reservado– o sólo cubren sus huellas?