Informe presidencial

Con un alto nivel de popularidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a su 4to Informe de Gobierno, con una aprobación del 60% de la población, significa que a seis de cada diez mexicanos les gusta o agrada su gestión de gobierno, y cómo no, si los programas sociales se han incrementado de manera notable, con apoyos financieros a los que menos tienen y sólo con una percepción de que la inflación aumentó, así como los temas de inseguridad y del crimen organizado, sin embargo, los niveles de confianza subieron, pues el 69% de la población considera que está trabajando de manera positiva.

Esto tiene explicación por las cifras impactantes de millones de pesos de ahorro por concepto de austeridad, así logró evitar el gasto de 2,400 millones de pesos.

Adicionalmente, logró 2,800 más, sin aumentar impuestos; evitando la evasión fiscal y la condonación a las grandes empresas, con aumentos importantes al salario de los trabajadores, el pago puntual de las pensiones y apoyos de beneficio universal para ayudar de manera importante a las personas de la tercera edad a tener una vejez más digna en el último tramo de su vida, expresó el presidente López Obrador.

De esta manera, niñas y niños del país y miles de estudiantes reciben “apoyos económicos” para que sigan el camino de educarse y culturizarse. Qué decir de las madres solteras. Su lucha contra la corrupción le ha ahorrado 1.7 billones de pesos a la nación.

En política exterior los saldos son positivos: el canciller Marcelo Ebrard compareció en el Senado de la República para informar de la relación respetuosa y constructiva que se tiene con todos los países del globo y con los organismos internacionales.

Explicó con sencillez cuáles son los criterios y las prioridades de la administración actual. Asuntos como la necesaria movilidad laboral y el T-MEC con el vecino del norte con respecto al reclamo de empresas en materia de energía, se resolverán, así sucedió con el aguacate, el jitomate y las uvas exportadas por nuestros agricultores. En relación al característico injerencismo de Almagro, de la OEA, nuestro país seguirá los principios de no intervención y libre autodeterminación de los pueblos, sin embargo, a este “policía electoral” no se le permitirán intromisiones como el “golpe de Estado a Bolivia”, y el pretendido a Venezuela, país que regulariza sus transacciones petroleras con Estados Unidos. Con América Latina y el Caribe seguirá nuestra solidaridad; así fue con Cuba y Haití, a manera de ejemplo. México preside la Alianza para el Pacífico para fortalecer el multilateralismo del continente con Singapur y Corea del Norte.

Con la Unión Europea se realizará un acuerdo de modernización, impulsando los que favorezcan el cese de guerra entre Rusia y Ucrania, donde nuestro país, junto con Francia, apoyó “los corredores humanitarios” y de cereales para evitar una crisis alimentaria mayúscula. A China agradeció el puente aéreo de 250 aviones que permitió que llegaran vacunas, cubrebocas y equipos médicos al país durante la pandemia. Con los países del Oriente Medio (Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes) destacó la necesidad de fortalecer nuestra relación para “jalar” los mayores fondos de inversión; de India y Corea aprender las innovadoras tecnologías, su PIB, es del 8%, y asociarnos con Bolivia en la industria de la electromovilidad, pues nos llevan delantera en la extracción del litio.

Por último, mencionó la recuperación de piezas arqueológicas y libros incunables que forman parte del patrimonio histórico y cultural de la nación. En la ONU, Andrés Manuel propuso un ambicioso programa para acabar con la pobreza extrema de mil millones de personas y se votó en contra de la expulsión de Rusia.

Todo lo anterior se realizó con una política exterior de igualdad de género; tema que Marcelo Ebrard incorporó a la agenda del G20. Cuatro años de administración de AMLO, donde México recuperó su liderazgo. ¿O no, estimado lector?