“Tan-tan, América y ya”

Frases como “América y ya”, “Tan-tan”, “no, no, no, no, no”, “Pellizquito de pulguita”, “Bomberito Juárez”, fueron sólo algunas de las que se han quedado en el gusto del público y que fueron creadas por Manuel Loco Valdés, quien falleció el pasado viernes 28 a la edad de 89 años, debido a complicaciones del cáncer que padecía.

Estas frases las popularizó en algunos de sus programas o bien, con sus personajes que realizó el comediante a lo largo de su exitosa carrera. Además de que el público las aceptaba, también recibió un castigo en la televisión, frase con la que hizo referencia al presidente Benito Juárez.

Y no sólo fueron frases, sino también personajes, con los cuales demostraba su creatividad e ingenio para que el público se divirtiera con una comicidad familiar.

Personajes ficticios como Colofox eran una constante en Variedades de medio día y El show del Loco Valdés, programas que conducía. Con este personaje imaginario, que simulaba ser un extraterrestre, el Loco platicaba al aire y intercambiaba opiniones sobre algún determinado tema, siempre con un tono ligero y divertido. Para quienes saben lo que implica estar frente a una cámara, es algo muy complicado, porque se necesita tener el ingenio, el ritmo y la chispa necesaria.

¿Quién no lo recuerda con su personaje de Maritza?, interpretación con la que encarnaba a una simpática mujer de avanzada edad en Ensalada de Locos, programa en el que alternaba con Alejandro Suárez y Héctor Lechuga.

En teatro tuvo participaciones destacadas, siempre con su naturalidad cómica. Una de las últimas veces que me tocó verlo fue en El Tenorio cómico, donde el público se le entregaba desde que aparecía en el escenario, lo que él pagaba con creces con su actuación.

La última vez que tuve la oportunidad de charlar con él fue en las instalaciones anteriores de Excélsior, en la calle de Bucareli, a donde llegó vistiendo su camiseta del América, acompañado de su amigo y compañero Sergio Corona, quien portaba una casaca del Guadalajara. El motivo era platicar de una apuesta más entre ellos por su rivalidad deportiva, pero fue una mañana en la que la alegría y camaradería se apoderó de la redacción.

Murió un icono de la comedia de nuestro país, pero que, sin lugar a dudas, dejó un legado en el público y para las nuevas generaciones de comediantes.

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