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Regalo navideño número 1

Joselo

Joselo

CrockNICAS MARCIANAS

Se acerca la Navidad y la gente, desesperada, busca el regalo de intercambio, el de su pareja o el de papá. ¿Otra corbata?, mejor libros. Aquí les va una recomendación para regalar a una niña o niño de entre 12 y 15 años.

Un viaje cósmico a puerto ficción (ed. Fondo de Cultura Económica, 2018) es la primera novela infantil–juvenil de Juan Pablo Villalobos. La novela trata la historia de tres niños “de la calle” (o debería decir “de la playa”) que se encuentran con un ser fantástico, una especie de mantarraya cósmica, a la cual arrebatan del cautiverio a unos hombres de negro —aunque aquí no son llamados así, como muchos lo saben ya, los hombres de negro son conocidos en la mitología ovni por sus trajes oscuros y por aparecer en donde quiera que hay noticia de avistamientos ovni o de encuentros con extraterrestres.

Puerto ficción, como su nombre lo indica, es un lugar en donde la realidad cambia y todo es posible. Los animales hablan, por ejemplo, y son eruditos del lenguaje, como el perro Boris, que tiene un vocabulario muy extenso por haber vagabundeado por los pasillos de la universidad, escuchando hablar a los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras.

La historia nos la cuenta una de sus protagonistas, Sabina. Por ella sabemos lo que les pasó en esta aventura tan especial (o espacial) a su hermano gemelo Sabino y a Nelly. También nos cuenta lo que les sucedió después a estos tres niños que, en ese entonces, tenían doce años, pero estaban creciendo a pasos agigantados.

Podríamos decir que hay un género de historias que involucran niños o seres solitarios que se encuentran a un alienígena o a una criatura extraña, tal vez amigable o no tanto, pero sí distinta. Podemos mencionar la película ET, de Spielberg, o La forma del agua, de Del Toro. Estas historias, si se les busca una moraleja, es que los niños o las personas solitarias se sienten identificados con la criatura del espacio, porque ellos también están solos o no encajan en la sociedad donde viven. La diferencia de la novela de JP Villalobos es que estos niños no viven en los suburbios, son todavía más rechazados por la sociedad, son niños abandonados por sus padres, niños de la calle, ¿cómo no se van a identificar con una criatura del espacio y van a querer salvarla?

Los tres niños de Un viaje cósmico a Puerto Ficción sienten empatía por la criatura del espacio, Willy. Empatía, una palabra que muchos desconocemos o no recordamos su significado. Lo bueno es que podemos traer al perro Boris, que es mucho más listo que todos nosotros, para que nos diga qué significa.

Boris, entre ladridos y gruñidos, nos dice: empatía es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que otro ser puede sentir. Empatía es un sentimiento de participación afectiva de una persona cuando se afecta otra.

Así pues, la empatía es ponerse en los zapatos del otro, aunque a veces ese otro ni siquiera tenga zapatos. Empatía es lo que más debemos tener en estos tiempos que corren: para entender a los migrantes, a los deportados, a la gente que tiene menos recursos, a los que son distintos a nosotros, para no tenerles miedo ni rechazarlos. No generar violencia. Para respetarnos y poder convivir en este mundo que ya de por sí es difícil de entender.

Muchas veces he pensado que los extraterrestres ya viven entre nosotros, pero que no se quieren dejar ver. Que están esperando el momento para el que estemos preparados. Que podamos sentir empatía por ellos, que no los rechacemos por distintos. Pero si no podemos ejercer esa empatía con los migrantes, ¿cuándo estaremos preparados?

Seguramente los extraterrestres, los fans de Juan Pablo Villalobos y sus futuros jóvenes lectores estarán felices de que haya escrito Un viaje Cósmico a Puerto Ficción, porque quienes la leamos estaremos mejor preparados para recibir a estos alienígenas y poder convivir con ellos en paz. O al menos entre nosotros mismos en esta temporada decembrina.

 

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