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Energía: tiempos y promesas incumplidas

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

¿Hay prisa o no para decidir sobre la contrarreforma energética que propone el presidente López Obrador? El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, considera que la fecha límite es diciembre, antes de que concluya el periodo ordinario. En realidad, es mucho antes, porque la próxima semana se debe definir el paquete económico y fiscal para el año próximo y si se aprueba la iniciativa como está planteada, se requerirán muchos recursos extras para hacer frente a lo que se vendrá, incluyendo cantidades millonarias en demandas internacionales.

En ese proceso tendrá un papel central, se apruebe o no la reforma, el nuevo presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de diputados, Luis Armando Melgar, un hombre con amplia y reconocida capacidad negociadora.

Para la oposición también es urgente definirse: sin una definición de parte del PRI, nadie puede saber con certidumbre como se trabajará hacia adelante en ese partido y en el bloque opositor.

El único que no parece tener prisa es Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, escudado por Rubén Moreira y José Murat, con el agregado de que el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, hijo de José, es el único gobernador priista que con toda claridad ha dicho que se le debe dar una oportunidad a la contrarreforma. Todos ellos impulsaron y se congratularon desde altas posiciones de poder, de la reforma que su partido aprobó en el sexenio de Peña Nieto, la misma reforma que ahora se quiere derogar.

¿Por qué quieren más tiempo? Porque no pueden aprobar la propuesta presidencial sin violar los estatutos del PRI, y para modificarlos se requiere una convención nacional que hoy la dirigencia del tricolor no está en condiciones de convocar y controlar. También para trabajar la iniciativa, quitarle los aspectos más inverosímiles, como el artículo tercero que dice, textualmente, que de aprobarse se cancelarían “los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado”.

Eso implicaría cancelar todas las inversiones realizadas por empresas, por sumas estimadas en más de 45 mil millones de dólares (en realidad con las empresas conexas se trata de mucho más), las inversiones futuras, y también las inversiones de decenas de miles de familias que han comprado paneles solares para sus viviendas. Quizás la idea es cambiar o desechar estos capítulos para conservar lo esencial de la reforma, lo que la hace igual de inaceptable, porque el centro de ella es establecer un monopolio estatal. Ningún privado estará interesado en venderle a la CFE energía sin condiciones mínimas de certidumbre y en un contexto expropiatorio.

Para convencer a los priistas que aún dudan hay que regresar a lo que prometía Morena antes e inmediatamente después de las elecciones de julio de 2018. Unos días antes de la elección presidencial de 2018, tuve una larga entrevista con Alfonso Romo, hablando del futuro gobierno de López Obrador. “Ahora que fuimos a Nueva York, me decía Romo en esa entrevista del 12 de junio del 2018, aparte de las reuniones que tuvimos con los fondos y los bancos, nos sentamos con veinte de las multinacionales más grandes. Y quiero destacar los temas de la plática. En la mañana, era no mover las variables económicas porque todo el mundo está preocupado por el bono de los fondos; la segunda, eran las reformas, sobre todo la energética, darles tranquilidad de que no va a haber un cambio drástico.

JFM: ¿O sea que no va a haber marcha atrás en la reforma energética…?

AR: No va a haber marcha atrás, ahorita le entramos si quieres. Pero el otro tema, lo más importante con los presidentes de consejo de compañías muy grandes, el tema, el 85 por ciento del tiempo de la reunión, fue la seguridad... Hay un problema muy serio que tenemos que atacar… Va a haber orden. Eso de la rectoría del Estado, que Andrés Manuel usa como término, es un Estado fuerte que dé seguridad física y jurídica; que haya Estado de derecho, que no haya impunidad y que haya seguridad. jurídica y física. Si un Estado no nos da estas dos, ¿para qué estamos? 

JFM: Hablabas de la reforma energética. Dices “no va a haber marcha atrás en la reforma energética”. Hay quienes dicen, dentro del propio Morena que sí hay que abolir la reforma energética. ¿Qué es lo que se va a hacer con las reformas en realidad, cuál es la propuesta?

AR: ¿Qué estamos diciendo de la reforma energética en concreto?: primero, vamos a respetar todos los acuerdos y el Estado de derecho. Vamos a ver cómo están las licitaciones, por decir algo, porque la reforma es más compleja. A ver, las licitaciones, ¿cómo están? Hasta hoy lo que hemos analizado y lo que hemos visto, es que están muy bien hechas y quiero aplaudir a la autoridad. Porque nunca me he encontrado con tantas compañías extranjeras aplaudiendo la transparencia con que fueron realizadas las licitaciones de las grandes compañías. En resumen, lo que esté bien lo vamos a dejar, lo que hay que ajustar lo vamos a ajustar, lo que tenemos que quitar, porque no es bueno para el país, le vamos a proponer al Legislativo que lo cambie. Pero los primeros tres años nos estamos comprometiendo a no mover nada, a dar mucha confianza. Era junio de 2018, faltaba un mes para las elecciones.

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