Mondiacult: lugares comunes

• El papelazo fue de la secretaria mexicana de Cultura (en Mondiacult), quien dijo en tan solemne ocasión: “La milpa es un policultivo donde las distintas plantas hacen comunidad, se sostienen y se cuidan unas a otras”.

Con la cultura mexicana condenada a muerte por inanición, como resultado de los bajísimos presupuestos y el público desprecio del presente gobierno, se celebró en México, a un altísimo e inconfesado costo, la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, la Mondiacult, a la que asistieron representantes de más de 130 países. Los acuerdos son una colección de lugares comunes que incluyen un compromiso de acción, la promesa de intensificar el combate al tráfico ilícito de bienes culturales o la propuesta de realizar reuniones turísticas con el mismo pretexto cada cuatro años. En la clausura, Marcelo Ebrard señaló que la cultura “está en el eje de nuestra convivencia global”, pese a lo cual los representantes de Estados Unidos y la borregada europea convirtieron el encuentro en un foro de la guerra fría e incluso abandonaron el salón cuando iba a hablar el delegado ruso. El papelazo fue de la secretaria mexicana de Cultura, quien dijo en tan solemne ocasión: “La milpa es un policultivo donde las distintas plantas hacen comunidad, se sostienen y se cuidan unas a otras, mientras manos de hombres y mujeres colaboran en su crecimiento. Les invito a todos a ser milpa”.

Murió Miguel López Azuara

En Tuxpan, donde nació en 1934, murió Miguel López Azuara, quien fue reportero y jefe de corresponsales para luego compartir con Miguel Ángel Granados Chapa la subdirección editorial de Excélsior en la era de Julio Scherer García, de quien esos subdirectores (con Manuel Becerra Acosta, subdirector de Información), con su trabajo y sus iniciativas, fueron piezas clave para convertir a este diario en el mejor de Latinoamérica y uno de los diez mejores del mundo. Después del reginazo del 8 de julio de 1976, López Azuara participó en la fundación del semanario Proceso, del que fue jefe de redacción y columnista antes de trabajar en el sector público en relevantes cargos públicos, siempre en el área informativa. Una vida entregada al periodismo.

Malinche y los malinchistas

Nacho Cano, el exintegrante de Mecano prepara el espectáculo musical u ópera de corte flamenco que bajo el nombre de Malinche estará “dedicada a Hernán Cortés”. Como escenografía, el simpatizante del neofranquismo del PP proyecta levantar en los suburbios de Madrid una caricaturesca imitación de presunta pirámide “azteca” de 29 metros de alto y “nueve plantas” (?). El costo de todo este circo Cano lo calcula en más de 450 mil euros, aunque otras fuentes señalan que el presupuesto es varias veces mayor. Como es demasiado dinero, se cuenta que ya se giraron órdenes desde México para que la embajada, los consulados, la Casa de México en Madrid y cuanto organismo gubernamental ande por allá cancele todos sus proyectos culturales y mande su dinero a Nachito para financiar tan faraónica ocurrencia. La Cancillería debe aclararlo.

Escribe Beatriz Aldaco

Llegó a esta República un correo electrónico de Beatriz Aldaco, directora general del Instituto Sonorense de Cultura, quien informa que está luchando “contra un cáncer que no se quiere ir” y acusa a sus críticos de utilizar su enfermedad para prácticamente enviarla “a la lona”. Entre sus enemigos menciona a los que mandan correos a esta columna –con el mismo derecho de ella, por supuesto– y me acusa (a mí, HM) de aceptar tales “afirmaciones sin cotejar la información”, lo que considera una “infamia”. De sus críticos dice que “sistemáticamente pretenden desgastarnos extremando su odio y urdiendo mentiras para intentar desprestigiarnos” (no aclara a quienes más aparte de ella) y afirma que se mantiene “lo más alejada posible de sus juegos perniciosos y me enfoco en el trabajo”, aunque se da tiempo para escribir cartas como la citada. Esperamos, sinceramente, que supere sus problemas de salud.