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Huachicol, huachicol (I)

Gustavo Mohar

Gustavo Mohar

Desde julio de 2016, empezó a circular en redes sociales y en los municipios ubicados en el llamado Triángulo del Norte del estado de Puebla el Santo Niño Huachicolero, similar a la imagen del Santo Niño de Atocha, pero representado por un bebé que, en vez de portar un báculo y flores, carga una manguera y un bidón. Existen también varios corridos sobre el huachicol: “Si buscas alegría y buen humor, tú bailas la cumbia del huachicol”.

A partir de que el presidente López Obrador anunció su decisión de combatir el robo de hidrocarburos producidos y transportados por Pemex, en especial la gasolina, se han escrito múltiples opiniones, críticas, preguntas y dudas sobre la estrategia adoptada por el Gobierno Federal, en especial por la suspensión temporal en el suministro de gasolina, sin embargo, prevaleció un notable apoyo mayoritario a la decisión presidencial, en las largas esperas para cargar gasolina, los ciudadanos expresaron que la molestia era menor comparada con las bondades de combatir a los delincuentes y la corrupción.

Esta valiente decisión conlleva múltiples riesgos, es una más de las asignaturas pendientes en nuestro país en materia del respeto a la ley.  Esperemos se aclare pronto quiénes han saboteado el ducto que corre de Tuxpan a Hidalgo, sería muy grave que los grupos delictivos que se han enriquecido con este saqueo decidieran responder con afectaciones al sistema de oleoductos. El narcotraficante colombiano Pablo Escobar boicoteó la infraestructura petrolera en ese país como una forma de presionar al gobierno y negociar su impunidad.

Al igual que el narcotráfico, este delito se extendió paulatinamente por todo el territorio nacional. La delincuencia organizada lo volvió un enorme negocio, era de muy poco riesgo tanto por la complicidad con las autoridades como por la extrema dificultad de prevenirlo cuando se tienen miles de kilómetros de ductos. ¿cómo detener en flagrancia a las personas que extraen gasolina en la madrugada en un oleoducto que cruza la sierra de Puebla o de Hidalgo?

¡La proliferación de “tomas clandestinas” ha sido de tal magnitud que sólo Nigeria nos supera en el número de ellas!

Se sabía que en este delito se requería de la participación de personal de Pemex, de la complicidad de autoridades de los tres órdenes de gobierno, de la población cercana a los ductos. En las redes sociales proliferaron videos mostrando la venta de gasolina en campo abierto, de grupos de personas cargando el combustible en cubetas y en grandes contenedores.

Como se reconoce ahora, el robo también se ha llevado a cabo en las diversas instalaciones de Pemex, desde las refinerías, terminales, bodegas de almacenamiento y en las “pipas” distribuidoras. No obstante que Pemex ha invertido millones de pesos en sofisticados sistemas de control de ductos que permiten detectar cuando uno de ellos es perforado, en realidad ha sido insuficiente para prevenir el robo. No se puede descartar que los grupos que verán afectado su negocio quieran presionar para mantenerlo mediante sabotajes técnicos que altere la operación cotidiana en la producción y distribución de combustibles.

Así como el narcotráfico y el tráfico de personas se explican y mantienen por la demanda de drogas y de mano de obra, el robo de combustibles ha proliferado porque existe un mercado de compradores. Por ello, el éxito de esta iniciativa dependerá en gran medida en acabar con la compra ilegal de combustibles. La participación del SAT y la Unidad de Inteligencia Financiera será un disuasivo más efectivo que patrullar los ductos. ¿Habrá dueños de empresas o estaciones de servicio que se atrevan a comprar gasolina robada cuando vean a colegas suyos consignados por defraudación fiscal y lavado de dinero, con sentencias de hasta 30 años de prisión?

En suma, estamos en presencia de un complejo y extendido sistema de intereses coludidos, cuyo desmantelamiento requerirá perseverancia, planeación estratégica, operativa y coordinación interinstitucional.

Una de las razones que explica el triunfo electoral del presidente López Obrador fue su compromiso de combatir la corrupción que tanto daño ha causado a nuestro país, pocos casos tan simbólicos como este saqueo a Petróleos Mexicanos. Volveré al tema en mi próxima colaboración.

Nota del autor: al escribir esta columna no había sucedido la tragedia en el estado de Hidalgo, mi sincero pésame a las familias de las víctimas.

 

Director de Grupo Atalaya

Twitter: @GustavoMohar

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