Logo de Excélsior                                                        

Muerte en el paraíso

Gustavo Mohar

Gustavo Mohar

La señora Caruana se había distinguido por su incansable búsqueda y denuncia de actos de corrupción de políticos malteses, empezando por el primer ministro y su esposa. Sus últimas palabras publicadas fueron: “Hay ladrones donde quiera que busques. La situación es desesperante.”

El primer ministro declaró enfático que agotará todos los recursos para identificar a los responsables y que la muerte de la periodista no quedará impune. Sin embargo, la reacción de los malteses es de incredulidad y se ha desatado una crisis política, no sólo en la pequeña isla, sino también en los medios internacionales. Ahora se hace público que ese país miembro de la Unión Europea ha sido penetrado por las mafias internacionales: la italiana y la rusa. 

Retomo lo que señalé en mi artículo del pasado 4 de junio, No hay tela de donde cortar:

“...tuve oportunidad de estar en Malta, el histórico y diminuto país ubicado en medio del Mediterráneo, al sur de Italia. Es un país con tan sólo 27 kilómetros de largo, cerca de 330 mil habitantes y una larguísima historia de invasiones rechazadas con una férrea voluntad de soberanía y dignidad que los llevó a obtener su independencia apenas en 1979; este domingo 4 de junio los malteses votarán si reeligen o no a su primer ministro cuyo nombre aparece en los famosos Panama Papers. Rumbo al aeropuerto, el taxista me dijo: “Estamos hartos de corrupción y el abuso de este gobierno, nos engaña y miente, lo malo es que la oposición no tiene un candidato que convenza, la gente está harta por no tener una buena opción, no dudo que esto acabe mal”.

Tenía razón el taxista, la bomba no sólo terminó con la vida de una periodista más, sino que expuso y develó la corrupción generalizada encubierta en complejos esquemas para lavar dinero mediante sitios virtuales de apuestas y también en la venta de pasaportes para tener la nacionalidad de ese país que da acceso libre al resto de Europa. El caso pudiera ser algo intrascendente, salvo para los malteses, pero no es así por varias razones. Este hecho lamentable hace evidente que el crimen internacional aprovecha cualquier espacio para maximizar y esconder sus ganancias y cuestiona la credibilidad del libre movimiento de personas en Europa, ya que un número indeterminado de sujetos, que es probable que no tengan buenos antecedentes, cuentan hoy con un pasaporte maltés que les permite cruzar las fronteras y ostentarse como europeos. Demuestra que la corrupción está presente en todo el mundo y que los dirigentes políticos se han ganado a pulso la pésima reputación que tienen en la sociedad civil. Por ejemplo, el primer ministro, Joseph Muscat, ha destruido la tranquilidad que gozaban los ciudadanos que gobierna y ha manchado el nombre de su país frente a la opinión pública mundial.

Este acto deleznable también deja de manifiesto que hoy en día los periodistas enfrentan en todo el mundo enormes riesgos a su integridad cuando se comprometen a investigar y denunciar la falta de ética, la ilegalidad y la corrupción de intereses políticos y económicos.

En México, la violencia contra periodistas se manifiesta de diversas maneras que van desde la extorsión, las amenazas personales o a familiares, secuestros exprés e inclusive, violencia fatal. No obstante la respuesta institucional que crea un mecanismo dedicado a prevenir, proteger y, en su caso, investigar el asesinato de periodistas, subsisten este tipo de ataques que en su gran mayoría quedan impunes.

El acceso a la información es hoy un privilegio y un derecho del que gozamos en las sociedades democráticas. El internet ha facilitado conocer de manera instantánea los eventos que suceden en cualquier parte del mundo y las redes sociales comunican hoy a millones de seres humanos. Estos poderosos instrumentos son también utilizados para amedrentar, desinformar, difamar o sostener mentiras con el ánimo de lesionar a una persona, a una empresa, a un gobierno. Sabemos que en Estados Unidos su Presidente ha hecho de las noticias falsas su forma de gobernar.

Por lo anterior, ahora más que nunca se requiere de una prensa seria, responsable, que investigue la noticia y tenga elementos para sustentarla. La protección de los periodistas honestos y comprometidos es un imperativo para defender la convivencia social, la exigencia de rendición de cuentas a los gobernantes y combatir la impunidad, en México y en el resto del mundo, incluso en el pequeño paraíso perdido.

Comparte en Redes Sociales

Más de Gustavo Mohar