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¿Ocaso luminoso?

Gustavo Mohar

Gustavo Mohar

La Suprema Corte de Justicia de ese país declaró constitucional la ambiciosa reforma a los servicios de salud, en la cual Obama gastó casi todo el enorme capital político con que contaba al iniciar su primer mandato. Amplió la cobertura de los servicios médicos y el catálogo de medicinas para amparar al segmento de población de menores recursos, en detrimento de las enormes utilidades de la industria farmacéutica, que cabildeó todos estos años para defender sus intereses, apoyada por influyentes legisladores republicanos y no pocos demócratas.

Con ello, Estados Unidos da un salto cualitativo, ya que en el acceso a la salud tiene un sistema menos generoso que muchos otros países ricos, como España, Francia e Inglaterra. Estimaciones más confiables revelan que alrededor de 50 millones de norteamericanos no pueden pagar un servicio médico y mucho menos las medicinas requeridas, en especial la población de la tercera edad.

Pocos días después, el máximo tribunal resolvió que los matrimonios entre personas del mismo sexo son legales, fijando así una interpretación legal de enorme trascendencia. Obama siempre tuvo una opinión favorable sobre este tema. Esa noche la Casa Blanca fue iluminada con los colores del movimiento gay frente a miles de personas que festejaban esta decisión.

Cuando el presidente Obama pierde la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado, la opinión pública y los medios de comunicación en su país lo calificaron como un presidente derrotado, que no había aprendido las reglas del juego de la política, había decepcionado a sus seguidores más cercanos y sólo le quedaba subsistir los últimos dos años de su mandato. Sin embargo, en una sorpresiva y desconcertante reacción, Obama adoptó una actitud opuesta a lo que se esperaba.

Ante la cerrazón irracional de la oposición republicana, empezó por anunciar al Congreso de su país que se proponía hacer uso de sus facultades presidenciales para avanzar su agenda política. Como primera acción instruyó al Departamento de Seguridad Interna suspender el programa de deportación masiva de indocumentados, en especial si se trata de familias con hijos nacidos en territorio estadunidense. Un poco después emitió una serie de medidas por las cuales daba oportunidad de legalizar su condición migratoria a cerca de siete millones de indocumentados.

Como era de esperarse, los republicanos lo acusaron de violar la Constitución y de tener una actitud dictatorial; impugnaron la decisión de Obama ante un juez conocido por su posición antiinmigrante y xenófoba, el cual ordenó la suspensión de la iniciativa del Presidente. El gobierno federal llevará con seguridad el tema hasta la Suprema Corte de Justicia de aquel país para que dirima la correcta interpretación constitucional de las atribuciones del Ejecutivo en este tema. Lo que resuelva tendrá un enorme impacto y trascendencia en la vida política y social de nuestro vecino del norte, así como para México.

En el campo internacional, Obama ha sido criticado por carecer de objetivos claros en su política exterior. Al tomar el poder ofreció un cambio radical en la política hacia los conflictos en el Oriente Medio y en el combate al terrorismo. No obstante esto, durante su mandato han tenido lugar los bombardeos más brutales de Israel a la población palestina, Siria padece una terrible guerra interna y el surgimiento del Estado Islámico confirma que el terrorismo está más vivo y fuerte que nunca. Putin desafió a Estados Unidos y al mundo occidental al invadir Ucrania e instalar un régimen dictatorial con una clara intención expansionista. Es probable que el Presidente termine su mandato sin ningún avance sustantivo en estos conflictos.

En la época de Obama, Estados Unidos también sufre ataques cibernéticos provenientes de Rusia y China, dando inicio a una nueva era de riesgos inéditos para la seguridad del mundo.

No obstante este complejo escenario que trascenderá el mandato de Obama y permanecerá por mucho más, el Presidente rompe una inercia diplomática disfuncional y decide restablecer relaciones diplomáticas con Cuba. Con ello, altera la geopolítica regional e inaugura una nueva etapa en la relación de su país con América Latina.

También Estados Unidos parece estar cerca de alcanzar un acuerdo con Irán en materia nuclear. De lograrlo, Obama provocaría un reacomodo estratégico fundamental en la geopolítica, que trascendería más allá del Oriente Medio.

En suma, el primer presidente de color de un país que conserva profundas heridas no sanadas de racismo y discriminación se perfila para dejar un legado con balance positivo y pasar la estafeta a su sucesor, quizás la primera mujer presidenta de Estados Unidos.

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