Lupillo Rivera, sin censura: reconciliación, verdades y confesiones en El minuto que cambió mi destino
Este sábado en El minuto que cambió mi destino vivirán una de esas entrevistas que marcan época, de las que dejan huella y de las que sólo pueden darse cuando dos hombres deciden dejar atrás viejos pleitos y mirar de frente. El invitado es nada más y nada menos que ...
Este sábado en El minuto que cambió mi destino vivirán una de esas entrevistas que marcan época, de las que dejan huella y de las que sólo pueden darse cuando dos hombres deciden dejar atrás viejos pleitos y mirar de frente. El invitado es nada más y nada menos que Lupillo Rivera, el Toro del Corrido, quien llega con una historia de vida impresionante, con un libro bajo el brazo —Tragos amargos— y con un corazón dispuesto a abrirse en cámara como pocas veces lo ha hecho.
Después de varios años sin hablarnos, Lupillo y yo hicimos las paces y esa reconciliación se dio justo frente a las cámaras. No hubo guion ni cálculo, fue un encuentro de verdad, con emociones contenidas y palabras que se necesitaban decir desde hace tiempo. Lo que se verá este sábado en Imagen Televisión no es sólo una entrevista: es un documento humano, sincero y profundamente revelador.
En Tragos amargos, Lupillo Rivera no se guarda nada. Habla de sus divorcios, de sus pleitos familiares, de sus caídas, de su lucha contra el alcohol y de las veces que la fama se volvió una carga más que una bendición. Pero sobre todo, habla de la muerte de su hermana Jenni Rivera, la Diva de la Banda, y de cómo aquel día cambió su existencia para siempre.
Lupillo recuerda con dolor y con entereza cómo fue él quien tuvo que enfrentar la tragedia de su hermana, cómo el gobierno mexicano lo designó como único interlocutor oficial con las autoridades, dejando fuera a los demás miembros de la familia. Entre lágrimas, relata cómo le tocó reconocer los restos de Jenni, acompañar a sus padres en la peor noche de sus vidas y asumir un papel que jamás imaginó. “Cuando todos pensaban que Jenni estaba secuestrada”, me contó, “yo tuve que hablar con los capos, con los hombres más pesados del narcotráfico, para preguntarles si sabían algo de ella. Fue una pesadilla que no se la deseo a nadie”. Es una de esas revelaciones que sólo puede hacer alguien que ha estado en el infierno y ha regresado para contarlo.
Lupillo también recordó su reconciliación con Jenni, un encuentro lleno de lágrimas, amor y perdón. “Nos habíamos distanciado por tonterías familiares, por orgullo, por cosas que después ya no tienen sentido”, confesó. “Gracias a Dios alcanzamos a hablarnos, a decirnos que nos queríamos. Si no hubiera pasado, yo no podría vivir tranquilo.” Esa parte de la charla fue especialmente conmovedora. Ver a Lupillo Rivera romper en llanto, hablar de su hermana con tanto amor y tanto arrepentimiento, fue uno de esos momentos que sólo suceden cuando el entrevistado se olvida de las cámaras y habla desde el alma.
Por supuesto también tocamos el tema de Belinda, uno de los capítulos más mediáticos y polémicos de su vida. Lejos de los chismes, Lupillo abordó la relación con madurez. Dijo que fue una historia que le enseñó mucho y que, aunque hubo cariño verdadero, cada uno siguió su camino.
“Yo no reniego de mi pasado”, me dijo con serenidad. “He amado, me he equivocado y también he sabido perdonar”. Lupillo Rivera llega a este momento de su vida con una paz que se nota. Más maduro, más sereno y con una mirada de quien ya ha pasado por todo. Lo que verán este sábado será una conversación entre dos hombres que se dicen las cosas sin filtros, pero con respeto. Una entrevista sin censura, intensa y honesta, de las que definen mi carrera y mi programa.
- ROGELIO RAMOS, BRINCOS DIERAS Y ÓSCAR BURGOS: COMEDIA CON SELLO NORTEÑO
Mientras tanto, en mi canal de YouTube Gustavo Adolfo Infante TV, la comedia fue la gran protagonista de la semana. Tuve el privilegio de recibir a Rogelio Ramos, uno de los humoristas más inteligentes, elegantes y queridos de México, quien se presentará este viernes en La Maraka, un recinto emblemático donde promete arrancar carcajadas y aplausos. Junto a él estuvo también Brincos Dieras, el comediante más cotizado del momento, un fenómeno popular que llena auditorios y palenques, y que —literalmente— ya tiene su propio avión privado. Su humor es irreverente, directo, y logra conectar tanto con el público del norte como con el del centro y sur del país.
Para completar el trío de lujo, nos enlazamos con Óscar Burgos, uno de los grandes tótems de la comedia regiomontana, creador de personajes memorables y formador de varias generaciones de comediantes. La charla entre los tres fue una cátedra de humor, talento y oficio. Se rieron, se tiraron carrilla, recordaron anécdotas de los viejos tiempos y demostraron por qué Monterrey sigue siendo la cuna del mejor humor mexicano. Fue un programa único, distinto, donde más que una entrevista hubo una auténtica tertulia entre amigos. Humor inteligente, picante, y con ese sello que sólo tienen los comediantes del norte. Si no lo han visto, los invito a entrar a mi canal y disfrutarlo; les garantizo que van a reírse de principio a fin.
- EL VALOR DE LAS HISTORIAS SIN CENSURA
Ya sea en televisión o en YouTube, mi compromiso sigue siendo el mismo: darle voz a las historias reales, sin filtros ni adornos. Mostrar al público el lado humano detrás del artista, del comediante, del cantante o del personaje que todos creen conocer.
Este sábado, después del béisbol, los espero en El minuto que cambió mi destino con Lupillo Rivera sin censura, un hombre que ha vivido de todo, que ha caído y se ha levantado, que ha amado, sufrido, perdonado y hoy se atreve a contar su verdad. Porque las historias más fuertes no siempre se leen en los libros. A veces se confiesan frente a una cámara, en un minuto que realmente cambia el destino.
