Polarización: la ganadora de 2023
La viralización de los mensajes de odio, a través de las redes sociales, constituye el combustible que activa la polarización.
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia de la Lengua (RAE) y la Agencia de noticias EFE, escogió a la palabra “polarización” como su palabra del año 2023.
Por undécima ocasión, la Fundación eligió su palabra del año. Las anteriores fueron: escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022).
El termino polarización se decidió debido a su uso masivo en los medios de comunicación y en las redes sociales en todo el mundo, evidenciando la creciente división, desencuentro y enfrentamiento entre posiciones contrapuestas en las diferentes esferas de la sociedad.
Esta polarización tóxica está amenazando gravemente la vigencia de la democracia y la paz a nivel mundial, al promover la violencia y el conflicto a nivel social, dinamitando los puentes de comunicación y la posibilidad de consensos entre los actores políticos.
El último informe del Observatorio de la Democracia de la OEA señaló que el deterioro de la calidad de vida de la ciudadanía, el crecimiento de las brechas de desigualdad y las limitaciones al ejercicio de los derechos han traído insatisfacción y desconfianza en el sistema democrático y sus instituciones.
La viralización de los mensajes de odio, a través de las redes sociales, constituye el combustible que activa la polarización. Por ello, la palabra polarización no perderá su protagonismo y vigencia mundial en 2024, un año en el cual más de 70 países celebrarán elecciones y más de la mitad de toda la población mundial ejercerá su derecho al voto. En nuestro hemisferio, 14 países irán a las urnas.
En los periodos de campañas electorales se agudiza la polarización política a través de mensajes antagónicos, descrédito del adversario, fomento del fanatismo y una desinformación nunca antes vista en contextos electorales.
Los informes de las Misiones de Observación Electoral de la OEA han reiterado que las campañas electorales se caracterizan por un tono agresivo, esto incentiva que en el debate público prevalezcan los discursos políticos centrados en ataques personales, acusaciones entre candidatos y organizaciones políticas; ampliando las grietas o distancias entre los actores políticos y sociales.
La polarización paraliza a las sociedades, promueve el enfrentamiento y el conflicto, dejando a un lado la solución de las problemáticas sociales y económicas más urgentes, al renunciar al diálogo y al consenso como herramientas para superar las diferencias.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha señalado, con razón, que es fundamental mantener la racionalidad política en tiempos de crisis; la irracionalidad nos lleva a la polarización y a la enemización, a colocar a nuestras sociedades frente a proyectos irreconciliables. Ésa no es la ruta que necesitamos hacia adelante.
En este contexto, la polarización se convierte en uno de los grandes problemas de la democracia contemporánea, afecta la comunicación, la gobernanza, y, la confianza de la ciudadanía hacia las instituciones democráticas.
BALANCE
La pluralidad de voces, ideas y propuestas son indispensables para impulsar el desarrollo y la paz en todo el planeta; si no lo entendemos así, las palabras más pronunciadas en los próximos años seguramente serán: guerra, conflicto, crisis y violencia.
Ojalá las palabras seleccionadas para los años por venir sean: esperanza, democracia, oportunidad e igualdad. Buenos deseos difíciles de alcanzar en un mundo envenenado por una polarización que se incrementa cada día.
*Los puntos de vista son a título personal.
No representan la posición de la OEA
