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Latinobarómetro 2021

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Como dice Nohlen, el contexto hace la diferencia. La pandemia de covid-19 ha sido un cataclismo para América Latina, sólo comparable con la brutal crisis de 1929. El golpe ha sido desproporcionado. Con el 8% de la población del planeta, la región ha registrado el 30% del total de fallecidos y 20% del total de contagios a nivel mundial.

En medio de este terremoto social, el Latinobarómetro emitió su informe 2021, elaborado a partir de 20.204 entrevistas realizadas en 18 países a finales de 2020. Es un retrato descarnado del complejo momento en el que nos encontramos.

Según los resultados obtenidos por el Latinobarómetro en su Informe 2021: Adiós a Macondo, en 2020, paradójicamente, se detuvo la caída en el apoyo a la democracia. Entre 2010 y 2018 este indicador había disminuido de 64% a 48%, mientras que para 2020 se situó en 49 por ciento.

Si bien el apoyo y la satisfacción de la ciudadanía hacia la democracia no son alentadores, la preferencia por el autoritarismo ha disminuido. 13% de quienes fueron encuestados prefiere el autoritarismo, pero dicha preferencia es vista como una de las graves amenazas a la democracia, y la tendencia de este indicador ha ido hacia la baja desde 2001.

Las opciones autoritarias no son de la predilección de las y los ciudadanos latinoamericanos, quienes, por el contrario, optan por escoger a sus gobernantes en las urnas, a través de elecciones periódicas.

Existen otras preocupaciones, como el creciente desinterés de la población más joven hacia los sistemas políticos. El informe revela que los jóvenes, especialmente aquellos de clases sociales más altas, tienden a ser más indiferentes y a apoyar menos a la democracia.

Lo anterior plantea una reflexión importante sobre la necesidad de una mejor educación cívica, orientada a la promoción de valores y principios democráticos con el fin de producir nuevas generaciones más demócratas y participativas de lo público.

De igual forma, cabe destacar que los partidos políticos son la institución de la democracia con menos confianza, lo que refleja el desplome de su credibilidad y su falta de cercanía a las causas populares.

En relación con los procesos electorales, el 46% de los entrevistados dice que se debe votar siempre, y el 31% dice que, aunque hay que votar, también hay que protestar. No obstante, el dato a destacar aquí es que el 77% de la muestra manifiesta que es bueno votar, siendo este resultado la confirmación de que “el voto es lo más popular que tiene la democracia”.

Una de las conclusiones más relevantes del informe del Latinobarómetro es la insatisfacción de la ciudadanía con la política tradicional y con el precario desempeño de quienes hacen la política, hecho que ha contribuido al brote de masivas protestas callejeras.

BALANCE

Los próximos años estarán definidos por la capacidad de los gobiernos de responder adecuadamente a las demandas de la población más afectada por la pandemia y en establecer mecanismos que permitan disminuir la gran brecha social existente.

En un marco de desigualdad creciente, exacerbada por la pandemia, la ciudadanía comparte un rechazo generalizado hacia: gobiernos que defienden los intereses de unos pocos; la concentración de la riqueza; la escasez de justicia; la debilidad de las garantías civiles y políticas, así como la tardanza en la construcción de garantías sociales.

La crítica de los ciudadanos a la democracia, reflejada en el Latinobarómetro, es una demanda por más democracia. Ningún pueblo de la región está contento con la manera como funciona la democracia en su país. Reformas razonables y consensuadas son la respuesta. Nos queda mucho por hacer.

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