Encrucijada

Para Agustín Carstens, presidente del Banco de Pagos Internacionales, organismo que aglutina a los bancos centrales a nivel global, es urgente analizar e identificar el impacto del cisne verde en la economía mundial. Este término se utiliza para determinar las consecuencias financieras del cambio climático durante los próximos años. 

 Por lo anterior, los banqueros centrales del mundo analizan nuevas políticas que permitan a los bancos centrales evitar una catástrofe económica. El objetivo es coordinar la impostergable transición energética y el desarrollo de nuevos mecanismo financieros. 

En la misma dirección, uno de los principales teóricos del garantismo jurídico, el filosofo y jurista italiano Luigi Ferrajoli, empezó el 2022 presentando su más reciente obra: Por una Constitución de la Tierra. La humanidad en la encrucijada. 

 Ferrajoli advierte del gran peligro que representa para la supervivencia de la humanidad y la vida en la Tierra, la persistencia de problemas globales como el calentamiento de la Tierra, la amenaza nuclear, el crecimiento de las desigualdades y la miseria, el crecimiento de regímenes despóticos, la vulneración sistemática de derechos y libertades fundamentales, el desarrollo del crimen organizado, las economías ilegales; la corrupción, y, por supuesto, la crisis migratoria. 

 Todos estos aspectos afectan significativamente la vida de más de 7.9 mil millones de personas en el mundo, generando aquello que el autor define como: “Crímenes del sistema”, los cuales son violaciones masivas de los derechos humanos de toda índole, y para los cuales no existe una jurisdicción internacional que los aborde. 

 Frente a estos desafíos globales, son insuficientes las acciones individuales de los estados nacionales para solucionarlos, generándose la ausencia de una respuesta política e institucional de carácter colectivo, vinculante y efectiva. 

 El covid-19 ha hecho patente la fragilidad del género humano y su destino. En este contexto, Ferrajoli plantea la idea de la Constitución de la Tierra como un instrumento jurídico vinculante orientado a imponer límites y vínculos a los poderes salvajes de los estados y de los mercados globales, en garantía de los derechos humanos y de los bienes comunes. 

Consciente de lo ambicioso de su propuesta, Ferrajoli identifica como grandes barreras para establecer una Constitución de la Tierra, la crisis de la democracia en todo el mundo; la complejidad de establecer un pacto constituyente mundial del cual participen los poderes estatales y mercantiles, y los conflictos de los pueblos que podrían impedir una democracia cosmopolita y una constitución global. 

 Muchos de sus críticos piensan que la propuesta de Ferrajoli es una quimera irrealizable. 

 Sin embargo, ante la brutal encrucijada que estamos viviendo, el proyecto de la Constitución de la Tierra es un soplo de aire fresco ante una atmósfera enrarecida por peligros inminentes que nos alcanzan ante la inacción e indolencia en la que vivimos. 

BALANCE 

El individualismo, la competencia desleal, los nacionalismos exacerbados, los discursos de odio, la polarización tóxica, el aislacionismo, el debilitamiento de las instituciones nacionales e internacionales y la inobservancia del ordenamiento jurídico nacional y comunitario han profundizado las crisis globales. 

No podemos seguir ignorando los problemas, ahondando nuestros disensos y apostando a una polarización cada vez más tóxica. Como lo sentencia Ferrajoli, la humanidad se encuentra en una encrucijada. Le toca a esta generación actuar y escoger el camino. Las distintas crisis globales merecen soluciones globales. 

* Los puntos de vista son a título personal. 

No representan la posición de la OEA